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'Sólo sí es sí'

Crónica de una ley fallida: de la unión del Gobierno para apoyar el 'sólo sí es sí' al perdón del ala socialista

Tras la entrada en vigor de la ley de 'sólo sí es sí' se han reducido condenas a agresores sexuales.

La ley del 'sólo sí es sí' aterrizó en el Congreso de los Diputados en agosto del año pasado. Era una de las medidas estrellas del Gobierno de coalición PSOE-Podemos. Tras 205 votos a favor, 141 en contra y 3 abstenciones, finalmente la norma vio la luz.

El texto definitivo, que fue respaldado por todo el pleno a excepción de PP y Vox, eliminaba la distinción entre abuso y agresión, regulaba la necesidad del consentimiento expreso y tipificaba el acoso callejero.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, celebraba la "victoria" de la propuesta porque ponía el foco en "las víctimas de violencias sexuales". También el presidente del Gobierno subrayó que era una "ley de vanguardia" que iba a inspirar "otras leyes en el mundo".

Los expertos lanzan las primeras advertencias

Ante el temor de los expertos de que la norma pudiese acarrear rebajas en las condenas, la coalición fue tajante. "Todavía no se conoce una sola rebaja de pena ni se va a producir", remarcó Montero.

Sin embargo, las advertencias de los magistrados sobre el 'sólo sí es sí' se hicieron realidad pocos meses después de su puesta en marcha. Cuando la ley dio muestras de estar mal hecha, el PSOE quiso tomar distancia y forzó una reforma, en contra de la opinión de sus ministros de Podemos.

Los morados por su parte culparon a los jueces por no cumplir con la legislación. "El machismo puede hacer que haya jueces que apliquen erróneamente", lamentó la ministra de Igualdad.

A pesar del goteo de rebajas y excarcelaciones de agresores sexuales y de las críticas de la oposición, el Gobierno tardó más de cinco meses en reconocer que la norma contenía errores. "Hay que pedir perdón a las víctimas, yo pido perdón por estos efectos indeseados. Creo que ningún diputado, incluso los que han votado en contra de esta ley, está a favor de rebajar las penas", aseguró Sánchez.

PP y PSOE consuman el pacto

El ala socialista del Ejecutivo alude a esos "efectos indeseados" para proponer una reforma técnica de la norma, que esta vez sí cuenta con los votos del PP. Un movimiento que en Podemos califican de "humillación para el PSOE".

A pesar de la oposición de los morados, finalmente la reforma sale adelante con Belarra y Montero casi solas.

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