DURANTE LA CELEBRACIÓN DE LA DIADA
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que desde el Ayuntamiento de Barcelona van a hacer "todo lo posible para que el 1 de octubre se pueda realizar con la máxima normalidad democrática y que se garanticen los derechos de participación", sin poner en "peligro la institución y sus trabajadores".
Ha advertido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que "un buen gobernante debe saber escuchar las demandas del pueblo; en este caso, de Catalunya, donde son muchas las voces que piden algo tan básico como un referéndum".
"Rajoy no se puede seguir escondiendo detrás de jueces y fiscales. No podemos seguir viendo imágenes tan vergonzantes" como los registros policiales de estos días sobre posible organización del 1-O, ha dicho en la ofrenda anual del Ayuntamiento de Barcelona ante el monumento de Rafael Casanova por la Diada.
Colau ha llamado a participar en la celebración de la Diada como un día en que los catalanes reivindican de forma cívica alegre y determinada --ha dicho-- "que se escuche a Cataluña por el derecho a decidir".
Más tarde, en un mitin en Santa Coloma de Gramanet, ha vuelto a reiterar que va "a respetar las instituciones", pero con la misma firmeza ha asegurado que va "a hacer todo lo posible para que aquellos que quieran, puedan votar". "No nos asustan las amenazas de Rajoy", ha apuntado la alcaldesa.
Ha criticado "la cobardía absoluta" del Gobierno del PP, pero también las "prisas" del Govern con su hoja de ruta "unilateral", y ha advertido al PDeCAT de que no acepta lecciones "de quienes hasta hace días no tenían ni idea de lo que era la desobediencia civil".
Durante su intervención en el acto, bajo el lema 'Una Cataluña soberana, diversa y valiente', Colau ha cargado contra el "inmovilismo y la cobardía absoluta del Gobierno de Mariano Rajoy", que no escucha las demandas de los catalanes que se movilizan desde hace años de "forma pacífica y cívica", y apuesta en cambio por el "juego de las amenazas".
Pero la líder de los 'comunes' ha criticado también con dureza al Govern de Junts pel Sí y sus "prisas" con una hoja de ruta unilateral que "deja fuera a la mitad del pueblo de Cataluña" con un referéndum que no interpela a una sociedad que "es plural y diversa".
La alcaldesa ha censurado que se les esté "presionando": "No aceptamos lecciones de nadie, y menos de convergentes que hasta hace dos días no tenían ni idea de lo que era la desobediencia civil", ha dicho Colau para rebatir las críticas que ha recibido en las últimas horas por no haber decidido todavía si cederá o no locales para el 1 de octubre, referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional.