ACTOS EN HOMENAJE A LA PATRONA DE MADRID
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se ha comprometido ante la Virgen de la Almudena, patrona de la ciudad, y siguiendo las recomendaciones de un "hombre bueno" como el Papa Francisco a atender a los refugiados, garantizar la asistencia sanitaria a los sin papeles y acompañar a los que están privados de libertad, ya sea por una sanción penal o por razones administrativas.
"Es de justicia", ha manifestado en nombre de todos los madrileños en el renovado Voto de la Villa. Las declaraciones se producen una semana después de que Carmena visitara con una delegación municipal el Centro de Internamiento de Aluche, donde reiteró la petición de Ahora Madrid y PSOE de ir cerrando progresivamente estas instalaciones.
También la alcaldesa se comprometió a llamar en las próximas horas a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para conocer el estado de las negociaciones para traer a Madrid a 80 refugiados huidos de la guerra de Siria, muchos de ellos menores enfermos que necesitan atención quirúrgica inmediata.
Carmena ha comenzado sus palabras en la misa que se celebra en la Plaza Mayor, oficiada por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, recordando la tradición de la patrona de Madrid y parafraseando el espíritu del discurso del Papa en el Año Santo de la Misericordia, dirigido a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, sean creyentes o no.
Se trataba del Sermón de la Montaña, que "pretende aportar luz a todos y coraje en un mundo de desigualdad y convulso". Lo hizo el Papa a través de un mensaje que aúna justicia y misericordia, tan vinculada a los derechos humanos.
Siguiendo esta línea, Carmena se ha comprometido ante la virgen y en nombre de todos los madrileños a dar de comer al hambriento, de beber al sediento y vestir al desnudo, además de "vivir sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir". Se trata de "no mirar a otro lado ante las necesidades primarias de otros seres humanos en la ciudad y fuera de las fronteras, de comprometerse a acoger al forastero, asistir al enfermo y visitar a los presos".
También a "dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia a las personas molestas y no huir de la experiencia de sufrimiento del otro". "Nada de lo humano nos puede ser ajeno y estamos dispuestos a intentarlo con alegría", ha señalado Carmena para cerrar el Voto de la Villa.