Elecciones vascas
Las elecciones del País Vasco están marcadas por la posibilidad de una victoria de la izquierda abertzale.
El próximo 21 de abril los vascos están llamados a unas elecciones autonómicas más abiertas que nunca. Unas elecciones marcadas por dos factores: la posibilidad de una victoria de la izquierda abertzale, que acabaría con el histórico dominio del PNV, y saber quién será el nuevo inquilino de este palacio de Ajuria Enea tras la marcha de Iñigo Urkullu.
Después de tres legislaturas, marcadas por la crisis del Covid o las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, el PNV decidió hace unos meses dar el relevo a Urkullu. Eso, a pesar de que 8 de cada 10 vascos aprueba con buena nota su gestión. Una valoración que contrasta con una alta presión socio laboral en las calles. "Se trata -aseguraba Urkullu en un acto público- de generar un malestar social, con la intención de provocar un asalto al poder".
Además del ambiente social enrarecido en la fase final del gobierno de Urkullu, las encuestas apuntan a cierto agotamiento de un sector del electorado nacionalista que podría alejarle del PNV en beneficio de EH Bildu, especialmente entre los jóvenes. Por todo ello, en Sabin Etxea han apostado por el relevo.
Imanol Pradales cumplirá 49 años el mismo día de las elecciones. Sociólogo de formación, ha ocupado cargos de responsabilidad en la Diputación de Bizkaia.
"Tiene ese perfil, que siempre ha valorado el PNV, que es el de proyectar capacidad de gestión, y haber practicado antes, opina Iñaki González, analista político del diario Deia. Para Olatz Barriuso, corresponsal política del periódico El Correo, "hay quien piensa que Pradales puede ser un Urkullu dos, aunque yo creo que hay bastantes diferencias".
La primera propuesta del candidato nacionalista, expresada en cada acto de precampaña y aunque lleve implícita cierta critica a sus antecesores, es de quien pretende ser un gestor: "Mejorar la Sanidad Pública de Euskadi será mi máxima prioridad". Pero la realidad de los sondeos le obligará a fajarse en campaña por neutralizar el ascenso de Bildu. Como manifestó recientemente en Espejo Público: "EH-Bildu no quiere que hablemos de su pasado, pero la sociedad vasca tampoco es amnésica".
Por primera vez en unas autonómicas, la izquierda Abertzale amenaza la hegemonía del PNV. Doce años después del fin de ETA, Bildu pretende trasladar una imagen de responsabilidad institucional que haga olvidar su pasado. En línea con esa estrategia, Otegi ha decido echarse a un lado y dar paso al joven Pello Otxandiano.
Este ingeniero de 41 años es considerado uno de los artífices de la renovada imagen de la izquierda Abertzale. Consciente de las opciones que le dan las encuestas lanzó de salida un órdago a sus rivales y reclamando desde el primer momento "que gobierne la lista más votada".
Al tiempo, sin embargo, que en todo momento que ha dejado abiertas las posibilidades de acuerdo con la izquierda y al nacionalismo, asegurando por un lado que "con Sánchez hay una oportunidad histórica para la plurinacionalidad y el nuevo estatus" mientras ha manifestado también que "es posible llegar a grandes pactos con el PNV tras las elecciones".
A pesar de querer ceñirse a un perfil político y de gestión a Otxandiano le sigue pesando el lastre del pasado de la izquierda abertzale.
En una de las primeras entrevistas de la precampaña, al ser preguntado por qué cree que fue ETA, su respuesta, tras una larga pausa, fue "un ciclo político en este país".
"Él sigue siendo un pata negra de la Izquierda Abertzale", concluye la analista Barriuso; Iñaki González apostilla, "Otxandiano es el responsable de las líneas políticas de EH-Bildu y de Sortu".
El Partido Socialista de Euskadi volverá a ser clave para la formación de Gobierno tras las elecciones del 21 de abril. Su secretario general y cabeza de lista, Eneko Andueza, quiere mantener cierta distancia con sus socios del PNV pero al tiempo ha comprometido su palabra asegurando que nunca hará Lehendakari a un candidato de Bildu.
Andueza, de 44 años, se autodefine como vehemente y así lo demuestra cada vez que le cuestionan sobre un posible acuerdo con Bildu. "Esa línea roja no la vamos a traspasar- asegura rotundo Andueza- Si depende del PSE, Euskadi no tendrá nunca un Lehendakari de EH-Bildu".
A pesar de la solidez de los pactos con el PNV, en esta campaña está forzado a marcar diferencias con los nacionalistas...y a recuperar voto de la izquierda. "El camino no es ni el que nos ofrece el nacionalismo ni el independentismo", afirmó Andueza en uno de los primeros actos políticos de la precampaña.
“No tiene una posición fácil", asegura el analista de Deia. Para Barriuso: "Intenta que parte del desplome del espacio de Podemos y Sumar no vaya todo a EH Bildu, y recoger algo de ese voto".
El Partido Popular trata de recuperar músculo e influencia en el panorama vasco. Para ello apuesta en estas elecciones por un candidato nuevo, pero con una dilatada trayectoria política, el exdiputado General de Álava y ex delegado del Gobierno, Javier de Andrés.
A sus 56 años, el más veterano de los candidatos, busca que su partido sea la imagen del constitucionalismo en el País Vasco frente al resto de fuerzas políticas. "Nuestro papel- afirma De Andrés- va a ser el de equilibrar, el de centrar la política vasca".
Pero el objetivo prioritario en estas elecciones será captar votos que perdieron en las últimas citas autonómicas. Tal y como comentaba en La Brújula de Onda Cero: "Crecer en votos y escaños, es el primer reto que me planteo".
"Su margen de crecimiento es absorber definitivamente el voto que se le fue por la derecha y tratar de acercarse al centro para limar votos a quienes siempre han querido disputar votos, el PSE y PNV", concluye Iñaki González
El fenómeno que supuso Podemos siendo la fuerza más votada en el País Vasco en las generales de 2016 ha quedado casi diluido, más aún, al acudir a la cita del 21 de abril con dos listas: las de Elkarrekin-Podemos y la de Sumar. Según las encuestas, este espacio puede pasar de 6 a 2 diputados. La captación de ese voto flotante puede ser clave en estas elecciones.
"Es casi más interesante- explica González-saber qué va a pasar con ese voto libre, que está en el mercado ahora mismo, que tener una expectativa de una alternativa potente como la que tuvo aquí en su día Podemos".
El próximo 21 de abril conoceremos la nueva composición de este Parlamento. Descartadas las mayorías absolutas, la legislatura obligará a las distintas formaciones a negociar y pactar. De entrada, para la elección del nuevo Lehendakari.
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