Inquiokupación
Dos nuevos casos de víctimas de la 'inquiokupación'. Estas víctimas se quejan de que nadie les ayuda y se sienten desprotegidas porque no pueden echar de sus casas a los inquilinos que no pagan el alquiler.
A Marisa, su inquilina no le paga el alquiler desde 2019. Una deuda que ya asciende a 13.000 euros. Es una 'inquiokupa'. Esta es una práctica que llevan a cabo muchas personas que alquilan de manera legal una vivienda, con contrato de alquiler, pero al tiempo dejan de pagar.
Precisamente es eso es lo que le ocurrió a Marisa con su arrendataria. Pero lo más curioso de este caso es que la inquilina morosa le dijo a la dueña de la casa donde vive 'sin pagar' que es vulnerable y que no tiene donde ir. La cuestión es que la dueña también es vulnerable y se ve obligada a vivir de un alquiler debido a una pensión mínima.
Marisa relata con tristeza que siente angustiada: "Un dolor impresionante. Es mi casa... Ahí está y no puedo hacer nada con ella". Su situación es límite y tiene que subsistir con solo una pensión de 700 euros. Ella ha tenido que alquilar una casa y, lo peor de todo, es que no la puede pagar con su pensión. Es por eso que tiene que trabajar como portera, para así poder vivir en la casa.
La 'inquiokupa' asegura que es vulnerable y que no se va a ir
En Antena 3 Noticias la hemos acompañado a su casa, a la que hace más de dos años que no va. La 'arrendataria' asegura que es vulnerable y que no se va a marchar: "Tengo dos hijos y soy una mujer que ha sufrido malos tratos, con una enfermedad en los huesos", asegura la inquiokupa.
Le hemos preguntado cuándo tiene previsto irse y dejar la vivienda de Marisa y ella ha contestado que se irá cuando le den una vivienda. Unas palabras ante las que Marisa se siente indefensa y asegura que le parece muy "injusto".
Salvador y Leonor no pueden echar a la 'inquiokupa'
Salvador y Leonor, un matrimonio octogenario, tampoco puede echar a su 'inquiokuoa'. "Es la impotencia que ves, que no puedes hacer nada, que no te hacen caso, que el Gobierno no hace nada".
Ellos se defienden y no entienden que, si estas personas que ocupan su casa necesitan la ayuda de los Servicios Sociales, no les den las ayudas. "Si es de Servicio Social deben ser los servicios sociales lo que tienen que hacerlo porque no podemos ser el paraguas social de este país", dicen Salvador y Leonor.
La deuda asciende a 19.000 euros, un dinero que ellos han perdido y que contaban con el alquiler para completar su pensión.