Okupación
"Me duele el corazón", nos cuenta Emilia. Alquiló la casa de su madre y ahora está okupada.
Dejan de pagar, se niegan a salir y exigen una vivienda. Son inquilinos que pasan de ser alquilados a okupas y que se han convertido en la pesadilla de muchas familias.
Emilia es una de las afectadas. Estuvo alquilando su casa 6 años hasta que decidió venderla. En ese momento, su inquilina se negó y dejó de pagar. Es la herencia que le dejó su madre y a la que ahora no puede acceder.
Lleva en esta situación desde verano y lo ha intentado todo. Emilia le manda mensajes, ofertas de trabajo y otros alquileres para intentar facilitarle las cosas y la respuesta es el silencio. No existe comunicación y cuando el equipo de Antena 3 se acerca a hablar con ella se esconde y amenaza con llamar a la policía. "Están viviendo de morros, y yo tengo hijos que no tienen casa", nos cuenta Emilia.
En una situación similar se encuentran Asun y su marido. La que era su inquilina lleva desde que estalló la pandemia sin pagarles ni un solo euro. Ambos son pensionistas y suplican que alguien les ayude; “no tenemos edad para tener estos problemas, estamos a base de medicación”.
El desahucio se ha parado dos veces y el pueblo se ha llegado a manifestar para apoyar a la pareja. Es una situación con la que llevan viviendo más de 3 años. Aseguran que han llegado a recibir insultos y que les han lanzado petardos.
"A nosotros nos dicen que hasta que no tengan otra vivienda no se van a ir", explica Asun. Han buscado viviendas habitacionales, pero les dicen que no hay disponibles, están atados de pies y manos. De hecho, la okupación está en cifras muy elevadas. Según datos del Ministerio del Interior, cada día se okupan 46 viviendas en nuestro país.