DELITO CONTINUADO DE APROPIACIÓN INDEBIDA

Dos años de cárcel para Díaz Ferrán por apropiarse de 4,4 millones de euros de clientes del Grupo Marsans

Los magistrados consideran probado que tanto Gerardo Díaz Ferrán como Iván Losada, que ha sido condenado a un año de prisión, se apropiaron indebidamente de las cantidades entregadas por los clientes para la adquisición de billetes y las destinaron a otros fines ajenos a la actividad del Grupo Marsans.

La Audiencia Nacional ha condenado a dos años de cárcel al expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán por un delito continuado de apropiación indebida cometido al apropiarse de 4,4 millones de euros de clientes que nunca llegaron a disfrutar los viajes que tenían contratados con el Grupo Marsans. En una sentencia, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal condena al último director general del grupo turístico, Iván Losada, a la pena de un año de prisión y le ordena indemnizar a Viajes Marsans para su reintegro en la masa del concurso con la cantidad de 400.000 euros.

El tribunal ha aplicado a ambos acusados la circunstancia atenuante de confesión después de que reconocieran los hechos en la última sesión del juicio, lo que provocó que la Fiscalía rebajara su petición inicial de cuatro años de cárcel. Los magistrados Teresa Palacios, Carmen Paloma González y Juan Francisco Martel han considerado probado que ambos se apropiaron indebidamente de las cantidades entregadas por los clientes para la adquisición de billetes y que los usuarios de Viajes Marsans y sus filiales Tiempo Libre, Rural Tours y Viajes Crisol perdieron las cantidades depositadas por sus reservas de viajes cancelados.

En marzo de 2010, era una "práctica generalizada" entre los proveedores turísticos de Marsans exigir el prepago de los servicios que se reservaban en sus agencias. Los responsables del Grupo Marsans, "lejos de destinar los fondos depositados por los clientes al pago de los servicios contratados, los destinaron a otros fines ajenos a la actividad del grupo".

La desviación de los fondos condujo a que los clientes perdieran el dinero entregado al hacer la reserva o el precio total del servicio contratado.  En total, hubo 4.706 clientes de Marsans que vieron como las cantidades que abonaron en concepto de reserva se destinaron a usos distintos a los pactados, según la sentencia.

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