Crisis de la vivienda
Save the Children denuncia que 8 de cada 100 familias con menores viven en riesgo de pobreza al no poder pagar el alquiler de la vivienda. Solo el 2% de estos reciben ayudar para el hogar.
Los hogares españoles en los que viven menores de edad son los que padecen más dificultades para sufragar los gastos de la vivienda. Así, la situación ha llevado a España a colocarse entre los tres primeros países de Europa con complicaciones para el pago de su hipoteca o alquiler, llegando a cifras que doblan la media de la Unión Europea. En vivienda social se encuentra en sexta posición por la cola.
Save the Children ha denunciado este miércoles estos datos, que generan unas consecuencias severas sobre los niños, provocando en estos problemas de salud, trastornos del sueño e incluso de salud mental.
La organización advierte que es la ocasión más oportuna para hacer hincapié en la exclusión residencial de muchos niños, pues actualmente se está tramitando en España la Ley de la Vivienda.
El 20 % de los niños vive en condiciones insalubres
Según el informe elaborado por esta ONG, 2 de cada 10 niños viven en condiciones insalubres, con goteras o humedades, y más del 13% habita en viviendas con pobreza energética. Todo esto tiene efectos directos sobre la infancia, pues según Andrés Conde, el director de Save the Children, son graves las consecuencias psicológicas, físicas y sociales que tiene y tendrá esta generación de niños obligados a vivir en lugares indignos.
La peor situación para los niños, según manifiesta el informe, recae sobre la inseguridad de no tener derecho legal sobre la vivienda, sobre todo en casos de desahucios. En nuestro país, el 8,4% de las familias con niños a su cargo tienen serias dificultades para pagar la hipoteca o el alquiler, más del doble de la media de Europa.
Así, Save the Children propone políticas públicas que se centren en la vivienda. Catalina Perazzo, directora de políticas de infancia en esta ONG, expone las medidas que cree que se deben adoptar. Elevando la financiación de políticas de vivienda, aumentando el parque de vivienda social, provocando mejoras en el acceso a viviendas de familias en una situación de vulnerabilidad y protegiendo mejor los desahucios se conseguiría así cambiar estas alarmantes cifras.