Tiger Woods
El accidente de tráfico sufrido por Tiger Woods en Los Ángeles, California, es el último episodio de la vida de un golfista de leyenda al que sus problemas fuera de los campos de golf le han marcado en la última década.
Y es que Tiger Woods ha tocado el cielo jugando el golf y el infierno cuando aparcaba sus palos. El golfista nacido en Cypress, California, cuenta con 15 grandes en su carrera, el segundo en este ranking tras Jack Nicklaus (18).
Tiger acumula un palmarés de leyenda: cinco títulos en el Masters de Augusta (1997, 2001, 2002, 2005 y 2019), tres en el Abierto de los Estados Unidos ( 2000, 2002 y 2008) tres en el Abierto Británico (2000, 2005 y 2006) y cuatro en el Campeonato de la PGA (1999, 2000, 2006 y 2007).
"La llegada de Tiger al mundo profesional del golf supuso un cambio de paradigma. Ha creado el golf moderno", explica Óscar Díaz, director de Comunicación Solheim Cup.
Y en lo personal tenía una vida idílica hasta que las cosas comenzaron a torcerse. Tras la muerte de su padre se plantea dejarlo todo y alistarse en los SEALS. Se sometió a duros entrenamientos que acabaron en una cascada de lesiones.
Y fue en 2009 cuando se destapó lo que nadie se imaginaba. Su mujer destrozaba a golpes el coche con un palo de golf al conocer otra infidelidad de Tiger.
"Tiger escondió muchas cosas a mucha gente", explicaba Verónica Siwik, la examante de Tiger Woods.
Tiger Woods volvía a tocar fondo en 2017, cuando fue detenido por conducir bajo un fuerte coctel de opiáceos.
"No puedo volver a ser quien fui", aseguraba en ese momento el golfista estadounidense.
Salió del pozo y lo hizo a lo grande ganando su quinto Master de Augusta en 2019. Una leyenda con un final de nuevo incierto por culpa de un fatídico accidente de tráfico.