"SOY UNA CHICA QUE CONFÍA PLENAMENTE EN EL EQUIPO"

Carolina Marín: "Soy muy perfeccionista, me cuesta aceptar el error"

La jugadora española de bádminton, Carolina Marín, ha acudido a dar una charla de psicología junto a su entrenador y su psicólogo deportivo al Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, donde ha asegurado que es una deportista "muy perfeccionista", que le cuesta "aceptar el error". Afirma que la 'práctica imaginada' es lo que le ha ayudado a superar su lesión y a ser bicampeona del mundo.

La jugadora española de bádminton Carolina Marín, que este lunes fue la protagonista en Madrid de la mesa redonda 'La psicología deportiva española como disciplina complementaria en el entrenamiento de nuestros campeones', comentó que se considera "muy perfeccionista", que le "cuesta aceptar el error" y que "siempre" quiere "llegar a la perfección".

Durante el acto, que tuvo lugar en la sede del Colegio Oficial de Psicólogos de la capital de España, Marín estuvo acompañada por su entrenador, Fernando Rivas, y por el psicólogo deportivo Pablo del Río. Juntos analizaron los aspectos mentales del entrenamiento de la bicampeona del mundo.

Uno de ellos, según la jugadora, fue el uso de la 'práctica imaginada' durante el último Mundial: "Soy una chica que confía plenamente en el equipo y en lo que me dicen. Si me dicen que me viene bien correr, hago eso. Si me dicen que tengo que hacer la práctica imaginada, la hago. La hacía incluso tres veces al día. Acababa mentalmente rendida por la noche y a veces me costaba hasta dormir". "Una de las técnicas que más me cuesta a la hora de meterme en los partidos es el protocolo de errores porque soy muy perfeccionista y me cuesta aceptar el error; siempre quiero llegar a la perfección", apuntó también antes de ser reconocida con la Mención Honorífica del organismo madrileño.

Su técnico explicó el porqué de apostar por esta estrategia de trabajo: "Carolina había tenido una lesión. No teníamos claro si podría ir al Mundial y buscamos maneras para tener entrenamientos alternativos. Tuvimos que darle una vuelta de tuerca a la estrategia planificada y cambiamos totalmente la manera en la que se iba a jugar". "Asumimos un riesgo pero entendí que era menor que seguir con el plan principal. Hicimos un trabajo muy satisfactorio en el que íbamos aumentando la dificultad a lo largo de las sesiones. Fue un proceso bueno, bonito y que salió bien. Hubo algunos partidos muy complicados pero la historia se cerró con un broche de oro", añadió.

Asimismo se refirió a su pupila: "Hay una cualidad que siempre destaco y es la resistencia, la capacidad que tiene de resistir y volver al partido para poder competir y disputarlo. Cuando las cosas se ponen difíciles o muy cuesta arriba, la mayoría de las veces es capaz de reconducir el partido. Lo he visto en pocos jugadores".

Además se trataron otros temas como la evolución personal de la onubense gracias al deporte: "Me ha aportado madurez. Cuando la gente me para por la calle me pregunta cómo con veintidós años puedo tener la madurez que tengo. La psicología ha sido algo más que hemos tenido que emplear para seguir evolucionando como deportista".

Por su parte Del Río, otro de los miembros del equipo de la jugadora, declaró: "Al margen de las técnicas, el éxito de lo que se trabaja es el convencimiento que tiene el deportista de que aquello que estás haciendo le va a funcionar. La confianza en el programa de intervención es lo que al final hace que tenga resultado".

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