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El accidente de las 500 millas de Indianápolis que pudo terminar en tragedia

A falta de 14 vueltas para el final, se vivió el peor momento de una carrera espectacular pero que pudo terminar muy mal cuando un neumático del coche de Kyle Kirkwood salió volando

Los aficionados al motor que acudieron a las 500 millas de Indianápolis llegaban con ganas de disfrutar de una de las mejores carreras del mundo, pero no esperaban vivir un momento de pánico como el que le tocó presenciar a un grupo de ellos. A falta de 14 vueltas para el final de la carrera, un accidente entre Felix Rosenqvist y Kyle Kirkwood hizo que el neumático del segundo saliese volando sobrepasando por encima la alta valla que separa la pista de la tribuna desde la que los aficionados disfrutan del evento.

Por suerte, el neumático superó también la grada, sin llegar a impactar contra ninguno de los aficionados que estaban sentados en aquella tribuna. Tanto voló el neumático que llegó hasta el parking del circuito. Golpeando la parte delantera del coche de una aficionada, dejándolo completamente inhabilitado. Una grúa tuvo que remolcarlo.

Afortunadamente, el accidente quedó en un susto y daños materiales, porque pese a que Kyle Kirkwood se golpeó contra el muro y recorrió varios metros con su Andretti bocabajo tras el accidente, el piloto estadounidense salió ileso del choque. También Felix Rosenqvist (al que Kirkwood no pudo esquivar), salió por su propio pie. Eso sí, los comisarios no dudaron en mostrar la bandera roja y la carrera fue interrumpida hasta retirar los coches afectados y poder garantizar la seguridad del resto de pilotos.

Victoria de Nwegarden y cuarto puesto de Alex Palou

Ese no fue el único percance de la carrera. El único representante español, Alex Palou, que salía desde la pole, se encontró de pleno a su salida de boxes con el coche de Rinus Veekay, que lo embistió tras un error y acabó con las opciones de Palou de salir campeón. Un accidente no muy aparatoso en el que Alex Palou no tuvo que lamentar ningún daño en su cuerpo, pero sí en su coche.

El alerón delantero quedó dañado y tuvo que ser reparado, obligándolo a perder más tiempo. Eso le hizo caer hasta la posición 25, pero el catalán, lejos de abandonar se puso manos a la obra con una remontada espectacular y terminó la prueba en el cuarto puesto. Lo que le deja con un resultado algo decepcionante teniendo en cuenta que partía desde la primera línea en parrilla, pero que tras verse involucrado en el accidente, puede irse satisfecho de su trabajo y el de su equipo.

La victoria fue para Josef Newgarden (Team Penske), quien se anota el primer triunfo de su carrera en el mítico óvalo de Indianápolis, edición que este año estuvo marcada por múltiples accidentes que demoraron la conclusión, y que se decidió en las dos últimas vueltas.

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