Juegos Olímpicos
La estadounidense voló en París como nunca lo había hecho una mujer en la gimnasia artística.
Simone Biles regresa a una cita olímpica a lo grande. En su primer día de competición ha ejecutado el primer triple flip en la historia de la gimnasia. Superados los problemas de salud mental que sufrió en los Juegos de Tokio, tres años después la estadounidense está lista para agrandar las siete medallas que tiene ya en su palmarés, cuatro de ellas de oro.
El Bercy Arena ha vibrado con su regreso y Biles no ha decepcionado, realizando un ejercicio único tres años después de su parón forzado: en la ronda preliminar del primer día, Biles se ha lucido sorprendiendo a todos con un 'triple flip' único que ninguna mujer había sido capaz de realizar tal movimiento en competición.
En la rotación de salto, la de Ohio voló como nunca lo había hecho una mujer en la gimnasia artística. Mejoró su 'Biles II', un Yurchenko doble carpado, ante la atónita mirada de Tom Cruise, Lady Gaga o John Legend, presentes en el recinto donde se celebra la competición de gimnasia artística.
La gimnasta estadounidense Simone Biles volvió así a unos Juegos en París 2024, ovacionada por un entregado Bercy Arena que vio de nuevo sonreír a la estrella norteamericana, campeona olímpica en Rio 2016, que fue la mejor de la clasificatoria en la capital francesa y que peleará por cuatro medallas, aunque en el ejercicio de salto dio el susto al sufrir un problema físico en su tobillo.
Biles, que tuvo que abandonar la competición hace tres años en Tokyo 2020 aludiendo a problemas de salud mental, recibió una calurosa acogida de los aficionados en París, donde comenzó su andadura olímpica con una gran actuación en barra y suelo.
Sin embargo, luego se la vio cojeando mientras practicaba el ejercicio salto. El público quedó en vilo, aunque parece que la considerada mejor gimnasta de todos los tiempos no tendrá problemas en competir por todo en las finales de aparatos y equipos.
La ganadora de 37 medallas entre Juegos y Mundiales ha vuelto a su mejor nivel en su retorno a la alta competición y en París está dispuesta a subirse al primer cajón del podio en las cinco finales. Cuando el nombre de la gimnasta, de 27 años, sonó por primera vez en la megafonía del Bercy Arena, el ruido de los 15.000 espectadores fue atronador, y la americana recuperó la sonrisa.
Biles comenzó en la barra, su prueba menos favorable, con un impresionante triple giro y dos saltos mortales perfectos que le permitieron sumar 14.733 puntos, una puntuación que, curiosamente, no le sirvió finalmente para entrar en la final al finalizar novena.
En cambio, en el resto de aparatos no falló. Su rutina de suelo recibió la puntuación más alta de los Juegos, 14.600, aventajando en mucho a la segunda clasificada, la brasileña Rebeca Andrade (13.900), mientras que luego llegó su susto en salto.
Después de tres ensayos con dolor, decidió seguir adelante con un fuerte vendaje en el tobillo y eos no impidió que alcanzase una altura soberbia en el primer intento, aunque el aterrizaje no fue perfecto. Su segundo salto fue más conservador, pero completó el doble giro, a pesar del evidente dolor que sintió al aterrizar para acabar sumando 15.300, la mejor de nuevo por delante de Andrade (14.683).
Por último, Biles también brilló en la barra de equilibrios, donde finalizó segunda con 14.733 puntos, sólo superada por la china Yaquin Zhou (14.866). Con todo, la estadounidense finalizó con la mejor puntuación (59.566) de cara a la final del concurso individual, con Rebeca Andrade, en segundo lugar (57.700), y Sunisa Lee, compañera de Biles, tercera (56.132).
La estelar gimnasta estadounidense fue la encargada de liderar el dominio de su país en la competición por equipos con 172.296 puntos, más de cinco de ventaja sobre Italia (166.861),y China (166.628) y Brasil (166.499), los cuatro equipos que parecen estar destinados a luchar por las medallas.
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