Fútbol
En 2011 la FIFA impuso una sanción que no permitía la organización de partidos ni eventos internacionales. Ahora, tras 14 años de guerra civil, trabajan para que la sanción sea retirada.
Siria ha sufrido durante 14 años una guerra civil. La situación cambió drásticamente el 8 de diciembre de 2024, cuando Bashar Al Assad huyó del país a Rusia mientras las fuerzas rebeldes tomaban el control de Damasco, la capital. Ahora buscan volver a la normalidad, usando el fútbol como herramienta.
En 2011, después del inicio del levantamiento sirio contra el entonces presidente Bashar Al Assad, la FIFA impuso una sanción que no permitía la organización de partidos ni eventos internacionales. Muchos estadios de fútbol en todo el país fueron convertidos en bases militares durante el régimen, dañando aún más la infraestructura futbolística del país.
La Asociación Siria de Fútbol está trabajando ahora en que la FIFA levante la sanción y ayude a reconstruir las infraestructuras.
Mohamed Dakouri, presidente interino de la Asociación Siria de Fútbol, pide ayuda que para que el fútbol vuelva a su país. Una de las principales misiones que deben llevar a cabo es arreglar toda la devastación que ha dejado la guerra: "En cuanto a infraestructura, la mayoría de los estadios requieren un mantenimiento significativo, muchos de ellos necesitan reparaciones".
En septiembre de 2022 una delegación de la FIFA y de la Confederación Asiática de Fútbol visitaron Siria para valorar la situación. En esa ocasión concluyeron que Siria necesitaba mayor apoyo logístico para abordar eventos como partidos de fútbol internacionales.
Dakouri es muy optimista con la situación que vive el país en la actualidad: "Creo que no hay ningún obstáculo importante para organizar partidos amistosos, aunque hay ciertas condiciones. La delegación solicitó mejoras en el apoyo logístico y estamos trabajando para abordar este asunto en el futuro cercano".
El fútbol sirio era controlado por el régimen y Mohamed Kwid, el entrenador más exitoso a nivel de clubes, tuvo que distanciarse tras haber llevado al Al-Karama a una medalla de plata en la final de la Liga de Campeones de la AFC en 2006.
El fútbol en su país estaba marcado por las presiones y el control que ejercía el régimen sobre el fútbol: "Había corrupción y favoritismo generalizados. Además las directivas y nombramientos provenían de los niveles más altos del régimen político".
Bashar Al-Assad, y su padre Hafez antes que él, gobernaron Siria durante más de 50 años, ejerciendo control absoluto sobre todos los sectores, incluido el deporte. Ahora trabajan con el objetivo de que el fútbol vuelva a su país con total normalidad; solo falta que estas mejoras lleguen también lleguen al fútbol femenino.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com