LALIGA JORNADA 30 | EIBAR - REAL SOCIEDAD
El Eibar y la Real Sociedad empataron este domingo sin goles en un partido con pocas ocasiones que sólo tuvo a los locales como dominadores en el tramo final de la primera parte. En cualquier caso, de poco sirve el punto a ambos, si es que aún querían seguir soñando con alcanzar los puestos europeos de LaLiga.
El Eibar arrancó el choque fiel a su estilo, con buena presión y poniendo centros al área, mientras que la Real no tenía problemas para defenderse en los primeros compases de partido, y optaba también por presionar arriba y tratar de tener el dominio del balón.
Las ocasiones se hicieron esperar, y es que los derbis son así, mucha lucha y brega pero pocas concesiones al rival, guión que se estaba cumpliendo en Ipurua. Y así se llegó al primer cuarto de hora, con dos equipos con más corazón que cabeza y con los porteros como meros espectadores del derbi provincial.
La primera ocasión tardó en llegar 24 minutos, cuando el ex jugador de la Real Cote recogió un rechace en la frontal y golpeó de forma muy potente aunque el balón se marchó fuera por poco. Mendilibar se vio obligado a realizar el primer cambio por una inoportuna lesión de Charles en un choque fortuito, dando entrada a Escalante y adelantando la posición de Joan Jordán.
Parecía que el Eibar se iba encontrando cada vez más cómodo sobre el terreno de juego ante una Real que esperaba su opción a la contra. Jordán obligó a Moyá a emplearse a tope en un disparo desde la frontal en el minuto 35, tras una buena jugada del murciano Pedro León.
El tramo final de la primera mitad tuvo color azulgrana, con un Jordán venido arriba y una Real que no daba con la tecla para poder acercarse a la portería de Dmitrovic. Seis saques de esquina botados por el Eibar por ninguno de la Real sirven para dar una imagen de por dónde rodó el balón en el primer acto.
La reanudación arrancó de forma similar a la primera parte, sin un dominador claro y con pocas llegadas a las áreas, y el control de los armeros parecía hacerse diluido en los minutos de descanso. La Real fue despertando, y en el minuto 58, Juanmi no acertó a aprovechar una gran jugada de los donostiarras tras centro de Odriozola desde la banda derecha.
El Eibar quiso despertar tras el susto de los visitantes, y pareció incentivar a los de Mendilibar para volver a buscar la portería contraria, pero sin disparos a puerta ni demasiado peligro. De hecho, la segunda mitad estaba siendo bastante aburrida para el espectador, ante la evidente imposibilidad de ambos equipos de hacer daño al rival, pero seguía manteniendo la emoción que siempre otorga un empate sin goles.
El Eibar volvió a amenazar con llegadas desde las bandas, pero no parecía ser el día de los armeros a la hora de encontrar los remates, de ahí que Mendilibar optase por dar entrada a Orellana, mientras que Imanol también hizo saltar al césped a Agirretxe.
Ambos entrenadores sabían que el empate no era bueno para ninguno de los dos, y debían volcarse en los últimos diez minutos de partido. Kike García lo intentó desde fuera del área sin demasiado peligro a falta de seis minutos para el final.