JORNADA 11 LALIGA | VALENCIA 0-1 GIRONA
Un sólido Girona, con una excelente actuación de su guardameta Bono, sumó los tres puntos en Mestalla ante un Valencia que truncó de la peor manera posible su dinámica de empates, en un partido en el que hizo merecimientos para no perder.
El equipo visitante supo maniatar a su rival, que no encuentra el rumbo en esta temporada y que a pesar de disfrutar de varias ocasiones de gol, no fue capaz de marcar ante un Girona que sigue sin volver a casa tras un desplazamiento con una derrota.
El partido dio comienzo con una fase de dominio del Girona, que poco se diluyó porque el Valencia empezó a tener más el balón y a poder hilvanar algunas jugadas al contragolpe. Pese a ello, ninguno de los dos equipos se adueñó con claridad del centro del campo, pues ambos trataban de sorprender al rival con acciones a la contra o balones en profundidad, sin que el control de juego se decantara con claridad a favor de unos u otros.
A medida que avanzaba el partido, el Valencia se animó y fue capaz de imponer su ritmo aunque enfrente tenía un rival con las ideas claras, que no dejaba huecos y que solo vio como Bono se veía a obligado a intervenir en una ocasión clara tras un disparo de Coquelin.
La jugada clave del primer periodo se produjo en el minuto 34 cuando una decisión del VAR no dio por válido un remate de Kondogbia que entró en la meta de Bono tras rebotar en un defensor del equipo catalán. El centro previo al remate, tras una penetración por la banda de José Luis Gayà, se produjo después de que el balón hubiera rebasado la línea de fondo.
Pese a la celebración local, el 0-0 continuó, pero el partido cambió, ya que el Valencia, espoleado por lo ocurrido, ofreció diez minutos finales del primer tiempo de una gran intensidad y con dos magníficas ocasiones para marcar. En la primera de ellas, Bono neutralizó con una gran parada un buen cabezazo de Rodrigo y en la segunda, tras otra buena parada del meta forastero, Santi Mina mandó el balón al larguero. El descanso llegó cuando más falta le hacía al Girona.
El segundo tiempo empezó con el 0-1. Tras un error de Kondogbia, el ataque visitante acabó con un gran parada de Neto, pero el rechace fue enviado a gol por Pere Pons. Tras el tanto del Girona, el dominio territorial del Valencia fue intenso, lo que obligó al equipo de Eusebio Sacristán a replegarse ante un rival que buscaba la igualada, un resultado que a priori no le servía, pero en función del marcador podía ser un mal menor.
Con casi toda la segunda mitad por delante, el escenario era el de un Valencia presionante, que jugaba en campo contrario y el de un Girona que no encontraba la forma de sacudirse el dominio del adversario. La entrada de Alcalá por Doumbia reforzó la retaguardia del conjunto visitante, mientras que la insistencia del Valencia no daba de sí lo suficiente como para empatar el encuentro.
Cuando el encuentro entró en el último cuarto de hora, el Girona había superado la media hora de dominio absoluto del Valencia y empezó a jugar más suelto. Al final, el esfuerzo local no encontró recompensa, pero sí el del Girona, un equipo que tuvo claro el partido que debía hacer y que encontró premio.