NBA | RÉCORD ANOTADOR PESE A UNA NUEVA DERROTA DE LOS LAKERS
LeBron James se convirtió en el cuarto máximo anotador de la historia de la NBA al superar a Michael Jordan (32.292 puntos), pero Los Angeles Lakers volvieron a perder, esta vez por 99-115 contra los Denver Nuggets, y ven cada vez más lejos la opción de disputar las eliminatorias por el título.
James únicamente tiene por delante ahora a Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone y Kobe Bryant (33.643 puntos), a quien probablemente superará la próxima temporada.
Congrats to @KingJames of the @Lakers for moving up to 4th on the NBA’s ALL-TIME SCORING list! #LakeShow pic.twitter.com/pydCxEkBCM
— NBA (@NBA) 7 de marzo de 2019
El alero acabó el encuentro con 31 tantos, 7 rebotes y 7 asistencias, mientras que Will Barton fue el mejor de los Nuggets con 23 puntos.
El español Juancho Hernangómez entró al final del duelo con todo decidido.
Los Lakers, que sufrieron las bajas por lesión de Brandon Ingram, Kyle Kuzma y Lonzo Ball, han perdido 10 de sus últimos 13 partidos. Los de Colorado hicieron lo que quisieron con los californianos desde el comienzo.
Will Barton anotó dos triples seguidos mientras James fallaba sus primeros cuatro lanzamientos desde la personal, algo que arregló con dos triples seguidos para ofrecer una sensación de igualdad momentánea (10-10).
Sin embargo, la estela de triples encadenada por Barton (4/5) dejó el marcador en 17-32 tras un parcial de 0-12 y los Nuggets anotando el 73 por ciento de sus tiros, algo a lo que contribuía la fantasmagórica defensa local.
La inexistente transición defensiva de los angelinos provocó que el conjunto de Mike Malone disfrutase de 20 tantos de ventaja (25-45) al inicio del segundo periodo. Enfrente, un grupo de jugadores que deambulaban por la pista sin mayor esfuerzo o entusiasmo más allá de ser testigos del récord de James. La marca del alero llegó a falta de 5:38 para el descanso en una penetración culminada a tablero con la izquierda tras asistencia de Rondo.
El Staples Center dedicó una gran ovación al jugador, acompañada por un vídeo reconociendo la hazaña. Aquello no despistó a Denver. Al contrario, pareció motivar más al equipo, que se fue a vestuarios con un cómodo colchón (49-66) gracias a la energía de Paul Millsap y no dejó de pisar el acelerador.
Así, los de las Rocosas se colocaron con 53-76 en el tercer cuarto y parecían dilapidar el choque. Pero los Lakers siguieron remando con un buen Moe Wagner y acortaron distancias (77-85) con 12 minutos por jugar.
El impulso extra del pívot novato Johnathan Williams y el descaro del base Alex Caruso fueron un soplo de aire fresco para los de púrpura y oro (85-87), aunque no lo suficiente como para derribar a unos Nuggets que se aferraron a un Gary Harris hiperactivo con 11 tantos seguidos (91-100).
A raíz de esa intervención, los visitantes pasaron a controlar con soltura el resto del duelo.