EN EL DÍA QUE EL ARTISTA CUMPLIRÍA AÑOS
Cinco cuadros que adornaron las paredes de la vivienda donde nació y pasó su infancia malagueña Pablo Ruiz Picasso vuelven a estar colgados desde este domingo en su Casa Natal, coincidiendo con su 134 cumpleaños, gracias al depósito temporal indefinido de Xavier Vilató, sobrino-nieto del artista.
"Desde que vine por primera vez a la Casa Natal con mi padre pensamos en prestar piezas que pudieran ayudar a contar su historia", ha afirmado Xavier Vilató, que ha seguido la tradición artística de la familia.
Las obras que decoran de nuevo la vivienda son cinco óleos de artistas de la época, algunos de los cuales dieron muestra de su amistad con José Ruiz Blasco, padre de Picasso y también pintor, dedicándole los cuadros.
"A mi distinguido amigo don J. Ruiz Blasco de su afectísimo", escribió Joaquín Luque Roselló en "Paisaje con carro" (1884), mientras que José Ponce Puente dedicó su "Monaguillo" (1891) a su "querido amigo" Ruiz Blasco. Xavier Vilató se congratula ahora de que la Casa Natal "es cada vez más bonita y cada vez cuenta más lo que tiene que contar" con estas aportaciones y otras anteriores de su familia, como un retrato "del abuelito Pepe", como se refiere a Ruiz Blasco.
"Son piezas que el niño Pablo vio en su casa, algunas de ellas las llegó a copiar, como una vista del puerto de Málaga, y el mismo monaguillo del cuadro de Ponce Puente es el que posó para un cuadro de Picasso que se llama 'La comunión'", ha resaltado Vilató. Todas estas obras siguieron el mismo camino que la familia Ruiz Picasso, que pasó por La Coruña y continuó por Barcelona, y llegaron a la casa familiar de Xavier Vilató a través de su abuela Lola, hermana del artista.
"Pensé que era el momento de que estuvieran en Málaga, aunque también me gustaba tenerlas en mi casa, porque son cosas con las que vivimos. Era el momento de que la gente las disfrutara, y tenía lógica que volvieran a la Casa Natal", ha señalado.
Antes de su traslado a Málaga, los cuadros han sido restaurados para que quedaran "como nuevos, como si se hubiesen pintado hace poco", resalta el sobrino-nieto de Picasso. "Siempre me han enseñado que los cuadros están para ser vistos, para que la gente los vea, que es su función normal. Yo pinto no para los museos, sino para que la gente viva con cosas mías en sus salones".
Para el futuro, expresa el deseo de que en Málaga haya una sala dedicada a quien comenzó toda esta saga artística, José Ruiz Blasco, y además asegura que "a Pablo -como se refiere siempre a su tío-abuelo Picasso- le gustaría estar en un museo con su padre".