Escándalo en Hollywood
Tras haber compartido set en la película 'Romper el círculo' con Baldoni, la actriz acusa al director y a los estudios Wayfarer de conducta inapropiada y de haber organizado una campaña secreta para desacreditarla.
En un giro de los acontecimientos en Hollywood, la actriz estadounidense Blake Lively, conocida por su papel en 'Gossip Girl', ha presentado una demanda que revela una supuesta campaña para dañar su reputación tras acusar a Justin Baldoni, director y coprotagonista de 'Romper el Círculo', de conducta inapropiada en el set.
La situación se desató antes del estreno de la película, donde Lively expresó su descontento con comentarios sexuales y violaciones de límites por parte de Baldoni y el productor Jamey Heat. A pesar de que el estudio, Wayfarer, prometió proteger a la actriz, la situación escaló cuando Baldoni y Heath contrataron a una experta en gestión de crisis para manipular la narrativa pública y desprestigiar a Lively.
Los mensajes privados que se presentan en la demanda, obtenidos por The New York Times, revelan que la estrategia incluía tácticas de desprestigio, como el fortalecimiento de críticas hacia ella por parte de medios y redes sociales y la minimización de las acusaciones contra Baldoni. El plan, según indica la demanda consistía en una campaña en redes sociales y la publicación de noticias que dañaran la reputación de Blake Lively. Además, se ha podido conocer que la actriz acusaba también a Justin Baldoni de enseñarle fotos de su mujer desnuda. El cineasta lleva casado casi doce años con la actriz sueca Emily Foxler, que también es madre de sus dos hijos.
Los abogados de Lively han incluido en la demanda mensajes de texto obtenidos a través de una citación judicial, apenas un día después de que se llevara a cabo la demanda por acoso sexual. En los mensajes supuestamente intercambiados entre Baldoni y las publicistas Melissa Nathan y Jenniber Abel, se podía evidenciar la coordinación y conspiración existente para desprestigiar a la actriz.
Según las pruebas presentadas, Abel escribía a Nathan comentando que Baldoni estaba satisfecho por el trabajo que habían llevado a cabo, describiéndolo como "un éxito total". En uno de los mensajes de Nathan también se podía ver la intención de "filtrar historias esta semana sobre lo difícil que es trabajar con Blake", incluso mencionando conversaciones con un editor de un importante medio de comunicación que estaba dispuesto a publicarlas. Otro mensaje entre las publicistas revelaban el orgullo que sentía Nathan por su estrategia, donde Abel la felicitaba y Nathan respondía: "Por eso me contrataron, ¿no? Soy la mejor."
En la demanda por acoso sexual, Lively acusa a Baldoni de observarla mientras se cambiaba, incomodarla hablando de sus experiencias sexuales y mostrarle un vídeo de su esposa desnuda. La defensa, por su parte, ha respondido ante las acusaciones, calificándolas como "falsas, escandalosas, intencionalmente lascivas, diseñadas para causar daño público".
Un publicista involucrado en la campaña afirmó en un mensaje "podemos enterrar a cualquiera", reflejando la intención de silenciar a la actriz. "Romper el círculo fue un éxito comercial, sin embargo, Lively enfrentó una oda de ataques en redes sociales que afectaron gravemente su imagen siendo acusada de ser insensible y difícil de tratar. En contraste, Baldoni fue reconocido como un defensor de la igualdad de género, incluso después de las acusaciones. En una entrevista en Access Hollywood, el actor dijo que "nunca hay excusa" para "herir a una mujer, física o emocionalmente". Y añadió: "Los hombres tenemos que dar un paso adelante y averiguar cómo podemos ser mejores aliados."
La demanda de Lively, que también incluye a Heath y otros implicados, alega acoso sexual y represalias, y busca exponer las tácticas de intimidación que enfrentan quienes denuncian conductas indebidas. La actriz, casada con Ryan Reynolds, ha manifestado su esperanza de que su acción legal sirva para proteger a otros de estas represalias en la industria.
A medida que las revelaciones se despliegan, la narrativa de Lively ha sido notablemente manipulada, con informes de un "ataque en línea multicanal" que busca distorsionar la percepción pública a su favor. La situación abre el debate de las dinámicas de poder en Hollywood y la necesidad de un cambio en la forma en que se trata a los denunciantes, así como la urgencia de dar voz a las víctimas de abuso en la industria del entretenimiento. La historia de Lively es un recordatorio de las luchas que enfrentan los actores al alzar la voz en un entorno a menudo hostil.
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