Oveja Dolly
La clonación de Dolly revolucionó el mundo de la biología, ahora se cumplen 25 años.
Se cumplen 25 años de la clonación de la oveja Dolly, el pistoletazo de salida de una revolución científica que abrió infinitas oportunidades para la medicina regenerativa, la biología y la agricultura.
La famosa oveja nació el 5 de julio de 1996. Dolly parió de forma natural en 1998 y murió en 2003, fue el primer mamífero clonado a partir de células adultas gracias a una técnica ideada por Ian Wilmut y sus colegas del Roslin Institute de Edimburgo.
Y aunque el nacimiento de Dolly desató los peores temores sobre la clonación humana, lo cierto es que, aunque a nivel académico fue una revolución, su uso clínico sigue estando muy lejos de ser una realidad porque, "en la práctica, es un proceso harto complicado", aseguran los expertos.
El investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Lluis Montoliu ha explicado que "el nacimiento de Dolly fue un hito fundamental de la biología, uno de los más importantes del siglo XX, porque nos recordó la posibilidad, hasta entonces aventurada pero nunca demostrada, de que las células son plásticas y se pueden reprogramar y que, a partir de una célula adulta de un músculo, del cerebro o de un riñón, es posible que su núcleo vuelva a repetir todos y cada uno de los pasos del desarrollo embrionario".
¿Llegará algún día la clonación humana?
La famosa oveja, además de marcar un antes y un después en el mundo de la ciencia, causó cierta polémica que 25 años más tarde continúa en boca de muchos. Tras Dolly el mundo pensó que se acercaba la clonación humana. Sin embargo, tuvieron que pasar hasta 20 años para dar el siguiente paso en este hito de la biología. Hace cinco años nacieron los primeros primates clonados, un animal que permite acercarse todavía aún más a una futura clonación de las personas.
Es evidente que esta técnica no ha desaparecido y pese a la polémica que ha generado durante todos estos años, la clonación se sigue utilizando para fines científicos. Por ejemplo, actualmente se clonan cerdos para aprovechar sus órganos como trasplantes pero también se hacen copias de mascotas en países donde está permitido, como en China.
No obstante, la clonación humana está prohibida y de hecho, expertos como Benjamín Herremos, especialista en bioética, aseguran que sería completamente innecesaria, además de imposible. Actualmente, ya existen métodos para clonar única y exclusivamente células madre que permiten avanzar en ciertas cuestiones como enfermedades genéticas o degenerativas.
En principio, de usarse como método científico, la copia de humanos tendría como fin adquirir estas mismas propiedades - las células madre- pero ya no es necesario porque "se han encontrado otros métodos para conseguirlo", tal y como asegura Marc Güell, bioingeniero de la Universidad de Pompeu Fabra.
La edición genética
Además de la clonación de Dolly, la otra gran revolución de la investigación biológica fue la edición genética, una tecnología que nació del descubrimiento del microbiólogo alicantino Francis Mojica y que, tras ser desarrollada por las científicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, se convirtió en la herramienta CRISPR-Cas9, que dio a estas dos investigadoras el Nobel de Medicina 2020.