CRÓNICA DE UNA LUCHA POR EL MUNDIAL

Hamilton vs Rosberg: el drama humano detrás de la rivalidad deportiva

La amistad entre ambos pilotos, compañeros de karting en la infancia y vecinos en Mónaco, se fue congelando poco a poco hasta terminar en guerra abierta. La rivalidad entre ambos ha laminado su relación a base de desobedecer órdenes de equipo, tocarse en pista o tomar la escapatoria errónea. Abu Dabi dictará sentencia y sólo uno entrará en los libros de historia. Esta es la historia de la lucha de dos amigos por el título mundial.

La lucha entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg se resolverá en la última carrera de Abu Dabi. No es de extrañar: son dos grandes pilotos a bordo del mejor monoplaza de la parrilla. Hamilton tiene diez triunfos por cinco de Rosberg; Nico tiene diez poles por siete de Lewis. El británico llega con 17 puntos de ventaja (334 por 317) y tiene a tiro su segundo título, si bien su compañero alemán todavía tiene opciones.

Sin embargo, más allá de las estadísticas, Mercedes ha vivido un drama humano. La amistad entre ambos pilotos, compañeros de karts desde la infancia y vecinos en Mónaco, se fue congelando poco a poco hasta terminar en una guerra nuclear.

Con la primera carrera en Australia nos hicimos una idea de lo que estaba por venir. Mercedes demostraba que su poderío en la pretemporada no era una ilusión y Rosberg sumaba los primeros 25 puntos del año; la cruz fue para Hamilton, que había hecho la pole y tuvo que abandonar por una avería. Quedaba patente que la fiabilidad sería el único punto débil de las flechas plateadas.

La segunda carrera de Malasia sirvió para que Hamilton se resarciera, pero la rivalidad volvió rejuvenecida en el desierto de Baréin. Rosberg salía desde la pole, pero Lewis le adelantó en la salida y ambos mantuvieron una increíble pugna en pista. Tras la carrera ambos se fundieron en un abrazo, pero no era sino el inicio de la guerra fría que siguió.

Hamilton llegó a España con tres victorias consecutivas (Malasia, Beréin, China) y en Montmeló logró la cuarta. Lewis venía de vencer cómodamente en Shanghái gracias a un problema en la telemetría de su compañero, pero en España Rosberg demostró que iba a vender cara su derrota... El alemán apretó hasta el final y Hamilton venció en Montmeló por apenas 0.636s. Lewis lograba por fin quitarle el primer puesto de la clasificación a Nico por apenas tres puntos.

El oportuno 'error' de Mónaco
Y llegó el misterio de Montecarlo. La Q3 monegasca nos dejó una de las imágenes del año: Rosberg tenía la pole por apenas 59 milésimas y, de pronto, cometió un error y se quedó anclado en una escapatoria. Su fallo provocó una bandera amarilla y ningún coche pudo mejorar en ese sector.

Hamilton, que venía pintando sectores de verde, se quedó sin un sengundo intento. Pocas veces un error fue la clave para una victoria, pero así fue para un Rosberg que ganó la carrera de 'casa'. "No soy amigo de Rosberg, somos compañeros", dijo un Hamilton fuera de sí. Cuatro días después se retractó de sus palabras, pero su relación nunca sería la misma.

Tras cinco dobletes de Mercedes entre Malasia y Mónaco, los problemas de fiabilidad golpearon con fuerza a la marca de la estrella en las siguientes carreras. Un problema con el ERS en ambos coches truncó la carrera de Hamilton en el GP de Canadá, si bien Rosberg logró un segundo puesto que le supo a victoria. 

Hamilton llegó a Silverstone con 29 puntos de desventaja sobre Nico tras acabar también segundo en Austria. Ha sido la mayor ventaja del año para el alemán. Sin embargo, en la carrera de casa la suerte sonrió a Lewis ya que su principal rival tuvo que abandonar por un problema en la caja de cambios. Dos semanas más tarde, en Alemania, Hamilton tuvo de nuevo un fallo en los frenos en plena clasificación y se vio obligado a limitar daños en carrera, acabando tercero.

Hamilton desobedece las órdenes de equipo
En el siguiente gran premio Hamilton tampoco tuvo suerte: su coche salió ardiendo en la clasificación de Hungría. Sin embargo, el británico llegó al final de la carrera por delante de Rosberg después de una espectacular remontada desde el pit lane, mientras que Rosberg había tomado la salida desde la pole. Fue entonces cuando Lewis se negó a aceptar la orden de Mercedes de dejarle pasar y no permitió el adelantamiento de Nico: "Si es capaz de acercarse y superarme, que me adelante".

El choque de Spa, momento cumbre del año
La ya de por sí fría y tensa relación entre Rosberg y Hamilton se agravó tras el incidente de Spa que dejó K.O. a Lewis cuando lideraba la prueba. La colisión provocó que el británico se retirase de la carrera, mientras que Rosberg terminó segundo, detrás de Ricciardo, para extender su ventaja en el Mundial de nuevo hasta los 29 puntos. Hamilton no se mordió la lengua y dijo que Rosberg admitió que había chocado contra él "a propósito". 

Rosberg se vio obligado a pedir disculpas por su acción en Spa y el revuelo hizo temblar los pilares de la escudería liderada por un Toto Wolff desbordado. Mucho se habló en Monza sobre que Nico habría fallado a propósito dos veces en la misma curva para devolver al británico lo que perdió en Bélgica, pero lo único cierto es que los dos pilotos de Mercedes ya casi ni se miraban cuando coincidían en el mismo lugar.

'Hammer time': cinco victorias seguidas
Desde el incidente de Bélgica, todo fueron buenas noticias para Hamilton, que encadenó cinco triunfos consecutivos gracias a su proverbial 'hammer time'. En Singapur dio un salto hacia adelante importante, ya que Rosberg abandonó por un fallo en la electrónica del volante. En Suzuka y Austin salió por detrás de Nico y tuvo que sudar la victoria en pista. Rosberg minimizó daños en Interlagos para rebajar la brecha hasta los 17 puntos que ahora les separan, si bien Hamilton perdió sus claras opciones de victoria con una desafortunada salida de pista. 

Mercedes ha aplastado a sus rivales con números de récord: 15 victorias, once dobletes, 30 podios y 17 poles. Ahora, la carrera final de Abu Dabi proclamará al campeón. Si bien su relación se ha enfriado desde lo ocurrido en Spa, lo cierto es que la rivalidad entre ambos ha laminado su amistad a base de desobedecer órdenes de equipo, tocarse en pista o tomar la escapatoria equivocada. Abu Dabi dictará sentencia y sólo uno de los dos entrará en los libros de historia.

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