SOSPECHA DE UN GUARDAESPALDAS
Harold Bornstein, quien fue doctor del presidente de EEUU, Donald Trump, antes de que llegara al poder, denunció que personas cercanas al mandatario "saquearon" el año pasado su oficina para incautarle informes médicos del magnate, algo que la Casa Blanca describió como un "procedimiento estándar".
En una entrevista con la cadena de televisión NBC News, Bornstein denunció que en febrero de 2017, el entonces funcionario de la Casa Blanca Keith Schiller, que durante mucho tiempo fue guardaespaldas de Trump, se presentó en su oficina junto a otros dos hombres y se llevó todos los informes médicos del presidente. "Debieron estar aquí 25 o 30 minutos. Crearon mucho caos", dijo Bornstein, que aseguró haberse sentido "violado, asustado y triste" durante lo que describió como un "saqueo" de su oficina.
Bornstein fue el doctor personal de Trump durante más de tres décadas, y se hizo famoso durante la campaña electoral de 2016 al asegurar que, si su paciente ganaba las elecciones, sería "el individuo más sano jamás elegido para la Presidencia". El doctor aseguró que Schiller, acompañado de un abogado de la Organización Trump llamado Alan Garten y de un tercer hombre no identificado, le pidieron quitar de la pared una fotografía enmarcada en la que él aparecía junto al presidente, y que Bornstein tiene ahora bajo un montón de papeles en una estantería.
Preguntada al respecto durante una conferencia de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, restó importancia al incidente y negó que fuera un "saqueo". "Como parte del procedimiento estándar bajo un nuevo presidente, la Unidad Médica de la Casa Blanca tomó posesión de los informes médicos del presidente", defendió Sanders.
No obstante, Bornstein presentó el incidente como una venganza de la Casa Blanca, porque se produjo dos días después de que él asegurara en una entrevista que le había recetado a Trump durante años un medicamento para estimular el crecimiento del cabello.
La portavoz de la Casa Blanca confirmó hoy que Jackson, que la semana pasada se retiró del proceso de confirmación para ser secretario de Asuntos de Veteranos debido a las denuncias en su contra, ya no dirige la oficina médica de la Casa Blanca. Jackson "sigue siendo un doctor de la Armada asignado a la Casa Blanca", pero al ser nominado como secretario de Veteranos, el cargo de médico principal de Trump lo asumió otro médico, Sean Conley, y éste "permanecerá en el cargo", explicó Sanders.