Capítulo 8

Ferit impone su condición: Seyran debe acostarse con él para salvar a su hermana

¿Está Seyran dispuesta a sacrificar su dignidad para ayudar a Suna? ¡La tensión está al máximo en Una nueva vida!

Tras el inesperado beso que su hermana Suna le dio a su marido Ferit, y la brutal paliza que su padre, Kazim, les ha dado a ambas, Seyran siente que el mundo se le ha venido abajo.

Mientras discutía con Ferit en su habitación, el teléfono de Seyran ha sonado con una llamada que le ha helado la sangre. Era Suna, su hermana, y le ha contado rota de dolor que su padre ha decidido casarla con un hombre que no conoce y, además de doblarle la edad, tiene un hijo de otra relación.

Tal y como le ha dicho, al día siguiente, sin falta, Suna y la tía Hattuc se marcharán a Antep. Al escuchar las duras palabras de su hermana, que ha confesado que acabará suicidándose si es forzada a casarse.

Desesperada por evitar que su hermana se marche a Antep, Seyran se ha visto obligada a pedir ayuda a Ferit. Sin embargo, su relación no pasa por un buen momento, y los constantes enfrentamientos han dejado a Seyran sin el apoyo que necesita. Lejos de ser empático, Ferit, aún enfadado por los insultos de Seyran, la ha puesto contra las cuerdas: si quiere su ayuda, tiene que acostarse con él.

Este ultimátum ha dejado a Seyran atónita y sintiéndose impotente. A pesar de que ella no quiere intimar con Ferit, ha decidido sacrificarse para ayudar a Suna.

Dejando claro que está dispuesta a hacer hasta lo imposible por salvar a su hermana, Seyran ha cogido el picardías que había guardado en su ajuar y, encerrada en el baño, ha luchado contra sus propios demonios y se lo ha puesto.

Cuando ha salido y se ha tumbado en la cama, Ferit se ha tumbado encima de ella. ¿Se aprovechará de su sacrificio o esto servirá como una lección que le muestre que él también tiene un buen corazón y valores?