Osman traslada con la ayuda de Yekta el cadáver de Can del jardín de su casa, pero los hombres de Kadir... ¡lo graban todo!

Osman tiene mucho miedo desde que Kadir, el verdugo, mató sin ningún tipo de compasión al que era su socio: Can. El mafioso, además, le dijo que, si no pagaba la deuda, él, Yekta y su futuro yerno correrían la misma suerte.

Osman, cada vez está más nervioso ya que no para de recibir numerosas amenazas, pero se pone todavía peor cuando encuentra el cadáver de Can en… ¡el jardín de su propia casa!

Gül y Aylin están a punto de llegar a casa y el empresario no tiene tiempo de esconder el cuerpo sin vida de su amigo. Se lo cuenta a Çinar, pero él tampoco es capaz de reaccionar.

Al final Osman decide tapar el cadáver poniendo una mesa encima con la excusa de la celebración de una barbacoa familiar. Para su sorpresa, Aylin invitan a toda la familia a la barbacoa y, en cuestión de minutos, se ven rodeados de un inspector de policía, un fiscal, una abogada… todos en torno a una mesa que oculta un gran secreto.

Cuando todos se van a dormir, Yekta y Osman trasladan el cadáver de Can fuera del jardín para enterrarlo en una tumba anónima sin imaginarse que los hombres de Kadir lo han grabado todo. ¿Qué pasará ahora?