Mientras la enfermedad se expande sin control por el colegio, algunos de sus habitantes asisten desolados al rudimentario entierro de Amelia. Sin familiares que se despidan de ella, incomunicados y sin poder dar parte a las autoridades, la profesora de los más pequeños es enterrada en el bosque en una rústica caja de madera.
Un escalofriante presentimiento recorre a todos los presentes en la lúgubre ceremonia: ¿acabarán todos igual?