TEMPORADA 2 - CAPÍTULO 26
Palomares y Vilma se dejan llevar
Piti abandona el papel principal en el musical y Palomares ocupa su lugar. La atracción entre éste y Vilma es más que evidente. Vilma está confundida y al pasar más tiempo solos, ambos dan rienda suelta a la pasión hasta que Estela les interrumpe. Además, Julia decide dejar toda su implicación con el proyecto Alejandría por Ricardo. Mientras, Víctor reaparece para hacer un intercambio: Burbuja y De la Cuadras por la caja negra.
Vilma y Palomares se convertirán en improvisados protagonistas debido a que Piti, que iba a ser uno de los intérpretes principales, decide retirarse. El joven es cada vez más consciente de que él es el que sobra en este improvisado trío.
Animados por la música de fondo que está sonando en el comedor, los más jóvenes del Estrella Polar comienzan a cantar y bailar. Poco a poco, se contagian los unos a los otros, hasta que todo el barco acaba sumándose al compás de la música. Sin embargo, el capitán, agobiado con la desaparición del primer oficial que el resto aún desconoce, reacciona regañando a los chicos, a gritos. Enseguida se dará cuenta de lo desproporcionado de su reacción y, para enmendarlo y tener a los marineros entretenidos, encarga a Salomé que organice un número musical para la noche.
A Estela, como a Piti, tampoco le hace muy feliz el nuevo dúo protagonista del musical. Después de la conversación que mantuvo en su camarote con Palomares, se había hecho a la idea de que entre ellos podría estar surgiendo una relación. Darse cuenta de que ha vuelto a confundirse, será un duro golpe para la joven, que no lo sabrá encajar adecuadamente.
Y mientras los bailarines del Estrella Polar preparan su debut musical, permanecen ajenos a lo sucedido horas antes en cubierta. Alguien ha atacado a Sol, la alumna encargada de la ronda nocturna, y ha secuestrado a De la Cuadra. Se trata de varios buzos que han llegado hasta el barco amparados por la oscuridad de la noche y que ahora huyen a toda velocidad en sus lanchas motoras. Completamente desbordado por la situación, el capitán sabe que Julia puede tener las respuestas que él necesita y esta vez piensa obtenerlas, aunque sea por la fuerza.
Gamboa y el capitán deciden fondear el barco, hacer un recuento para ver si falta alguien más y esperar para ver si hay noticias de los secuestradores. Hasta que haya noticias, acuerdan mantenerlo en secreto para que no cunda el pánico. Tienen especial cuidado con Salomé, ya que cree que puede estar embarazada y un disgusto como este podría tener consecuencias fatales.