Cúper se reencuentra con Daniela, su hija de 13 años a la que no ve desde su madre se la llevó a Francia cuando era un bebé. El maestro de ceremonias del Lolita sale de viaje en busca de su hija sin poder dar explicaciones y faltando a la cita con Violeta. La hija de Dolores pasa por malos momentos: las deudas se le acumulan, tiene que ponerse a limpia oficinas y ahora recibe el platón de Cúper.
El cabaret no marcha como a Don José Luis le gustaría y decide instalarse en el hotel para controlar día y noche el negocio. Durante su primera noche en el Lolita, los artistas le darán una bienvenida que no olvidará en su vida. La confrontación con Dolores es total, pues D. José Luis quiere que las bailarinas repartan panfletos en la calle y representar una zarzuela. Algo a los que se oponen todos.