Durante los rodajes hay que repetir muchas veces las secuencias, pero más aún cuando en ellas debes contar con niños y un balón incontrolable... Marcelino y Pelayo se encuentran en la puerta del Asturiano cuando varios niños juegan de por medio con el balón. Marcelino no da a basto entre los balonazos que le dan en la cabeza, regañarles y la risa que le provoca tal escena.