La soledad, la mayor condena de Octavio: Cristina ayuda a su cliente mostrándole el camino correcto

Octavio entró a robar en el Supermercado Sanabria y Cristina, que en ese momento se encontraba allí, le pidió a Sebas que no lo denunciara, pero el hombre dejó clara sus intenciones: iba a robar sí o sí.

Tras pedirle explicaciones sobre lo sucedido, Cristina se conmovió con la historia del hombre: perdió a su mujer y no tiene familia. Eso le llevó a caer en el alcoholismo y, más tarde, en delinquir: su hogar es la cárcel.

Pero la abogada sabe que siempre hay otra alternativa y está dispuesta a demostrarle que puede vivir una vida buena y que ahí fuera hay gente buena.