Roberta y Tomás deciden empezar una nueva vida

Martín presiona a Pía para que cierre el acuerdo con Uriarte cuanto antes ya que Inés, según él, está llevando el bufete Olazábal hacia el desprestigio y ruina. Recrimina a Alicia que mediara entre Inés y la Marquesa para confirmar la coartada de Mauro, pero Alicia defiende que lucha por la justicia y si ha de implicar a la Marquesa la implicará. Además, rechaza su propuesta como traductora en una jornada hispano francesa.

Fernando es la segunda persona que le habla de esa jornada, primera de una cooperación entre los dos países para detener a los activistas contra ambos regímenes. Haciendo caso omiso a las duras recriminaciones de Valeriano y Alicia para que no realice más acciones suicidas como la del asalto a la cárcel, Fernando empieza a maquinar como frustrar esa cooperación internacional. Inés sigue luchando para encontrar la manera de confirmar la coartada de Mauro y trata de localizar inútilmente a Carmen que actuó de intermediaria entre la Marquesa y Mauro, para la venta de las joyas.

Sabino, algo decepcionado por la regresión en la relación de Roberta y Tomás, anima, una vez más, a Roberta a luchar por su felicidad, y finalmente parece que la pareja está dispuesta a empezar una nueva vida en otra ciudad con la ayuda de Sabino.

Belén, aconsejada por Daniel, propone a Raúl “comprarle” el piso al que él tendría derecho y así ella continuaría con el Hostal, pero su hermano quiere otra cosa, compartir el negocio y los pisos con Belén y que ella le cuide, olvidándose de Daniel, claro.