Carmen le declara la guerra a Uriarte: “Te queda poco tiempo, Adolfo. Muy pronto caerás en desgracia"

Coral deseaba que Carmen regresase a casa con ellos y se lo trasmitió a su marido.

Para ella, el apoyo de su suegra es indispensable: siente que es la persona que mejor la comprende.

Raúl, que está atravesando un momento complicado con su madre, ha cedido a que Carmen vuelva a casa para complacer a su mujer. Tanto él como Coral le han pedido que regrese a su casa junto a ellos para recobrar la normalidad en la medida de lo posible y centrarse en lo que es verdaderamente importante.

Raúl es consciente de que su madre es muy importante para su mujer en estos difíciles momentos, teniendo en cuenta el grave estado de salud que padece el hijo que están esperando.

Carmen ha llegado con las maletas a casa de Raúl y Coral y, de forma inesperada, se ha reencontrado con Uriarte, que estaba de visita. Al empresario no le ha sentado nada bien el regreso de su antiguo amor. ¿Qué hace ella aquí?, ha preguntado nada más verla.

“No sé por qué te extrañas, ésta es mi casa”, ha respondido con firmeza Carmen. Eso sí, Uriarte le ha hecho saber a su hijo que no cree nada conveniente que su madre vuelva a su casa.

“Espero que apartemos nuestras diferencias para apoyar a Coral en estos momentos”, ha alegado Raúl. Sus padres se han dado la mano de manera conciliadora, dejando de lado los rencores.

Pero ese momento es solo para aparentar delante de Raúl. “No te confundas, esto no es ninguna tregua, esto es solo el comienzo de la batalla. No voy a parar hasta acabar contigo”, le ha sentenciado Carmen a Uriarte.

Ella está dispuesta a enfrentarse a su gran pesadilla y recuperar a su familia, demostrándole a su hijo el monstruo que su padre es realmente.

Por su parte, el empresario la ha amenazado con volver a encerrarla en el centro de salud mental… o algo peor.

Pero Carmen ya no le tiene miedo y está preparada para enfrentarse a él. “Los fantasmas del pasado volverán para ajustar cuentas”, le ha advertido.