@ENFRMRASATURADA COMENTA el capítulo 12 - temporada 4
"Tri Ni Land", por Enfermera Saturada
Uy, ¡hola!, si estáis ahí una semana más. Perdonadme, es que me pilláis bailando con el celador de la planta que parecemos Emma Stone y Ryan Gosling sin pelo y con veinte kilos más… un… un segundo que salgo de la clínica, porque con la celebración que hemos montado no os puedo ni contar con calma. Por @EnfrmraSaturada
Sí sí, una fiesta hemos montado. Eso lo habéis entendido bien. Es que bueno, si os cuento lo que nos ha pasado en la clínica Las Flores… es que no me creéis. Esto ha sido algo así como si de pronto en España viviésemos una moción de censura, un nuevo gobierno, una dimisión y un cambio de seleccionador nacional en quince días. Algo impensable, vamos. ¡Si en este país no dimite nadie!. Así que os lo explico bien desde el principio.
¿Recordáis que la semana pasada os decía que el personal de La Híspalis estaba ensayando cómo atropellar un maniquí con un carro en medio del pasillo?. Pues no era por aburrimiento, resulta que lo hacían por algo… y era porque justo en ese momento Trini, mi jefa, estaba reunida con Carmen, la jefa de La Híspalis, en su despacho y planeaban atropellarla justo en el momento en que saliese por la puerta. A ver, que a las que trabajamos en Las Flores tampoco nos gusta Trini… pero de ahí a atropellarla a plena luz del día con el carro de las comidas… no sé.
Desde luego, estas de La Híspalis no se andan con sutilezas, es mejor llevarse bien con ellas. Menos mal que era el carrito de las dietas blandas, y eso digo yo que siempre amortiguará un poco el impacto. Si llega a ser el de las dietas líquidas, nos la bañan entera en cremas y consomés. Esto seguro que era un plan de la espía Dolo-Hari.
El caso es que no tuvieron suficiente con lanzarle el carro, y decidieron dejarla ingresada en observación para vigilarla. Nosotras encantadas claro, más días que estábamos sin Trinidad por los pasillos de Las Flores despidiendo a compañeras sin motivo, pero Trini es mucha Trini y no sabían a quien trataban de retener. Pero ahora que lo pienso… qué envidia me dan. Ya me gustaría a mi tenerla de paciente… con las ganas que le tengo no iba a acertar nunca la vena a la primera!!.
Claro que el ingreso en la competencia no duró demasiado, y fijaos si iba lleno el carro de comidas cuando la atropellaron, que cuando le dieron el alta no pudo volver a ponérselo. Que sí, que os estaréis preguntando cómo se yo todas esas cosas… pues lo se porque el mismo día del alta, Trinidad se presentó en su despacho de Las Flores vestida con el pijama de la mujer de la limpieza. No nos atrevimos ni a preguntar, claro, y es que aunque me han dicho que Trini es enfermera yo jamás la había visto llevando un pijama puesto, ni de enfermera ni de la limpieza ni de dormir ni de nada. Es lo que tienen los despachos, que te hacen olvidar el uniforme.
Aunque a Trini el despacho no le iba a durar mucho, porque había agotado la paciencia de Bernardo, el gerente, que no le había perdonado que Carmen se llevase el contrato de la aseguradora para la competencia… y acabó despidiéndola.
Nosotras ni nos lo creíamos, y hasta que Puri mandó una foto al grupo de whatsapp de la planta, en la que se veía a Trini saliendo del hospital llorando y con sus cosas metidas en una caja, no lo dimos por cierto. Y aquí estamos, celebrando que hemos sobrevivido al huracán Trinidad y brindando por su marcha… aunque qué queréis que os diga, yo como buena gallega desconfío y me temo que pronto tendremos noticias suyas… ¡esta mujer es como el Ave Fénix!.