Hablamos con la denunciante
El pueblo toledano de Ocaña se queda sin Navidad tras la denuncia de una única vecina por exceso de ruido
Una vecina que vive en plena Plaza Mayor ha demandado al Ayuntamiento después de que el ruido perdure más allá de las doce de la noche. Sin embargo, el resto de habitantes están indignados porque consideran que quiere acabar con las tradiciones de la localidad.
El pueblo de Ocaña (Toledo) este año se ha quedado sin Navidad. El Ayuntamiento ha prohibido cualquier evento o celebración en su Plaza Mayor después de que una vecina que vive ahí haya puesto una demanda por exceso de ruido.
Nadie va a tomarse allí las uvas y los vecinos están muy enfadados, tanto que incluso han convocado una protesta contra esta decisión.
Arancha Pérez Ponce ha estado con ellos, y además ha asegurado que ni siquiera los Reyes Magos van a poder llegar a la plaza.
Hemos hablado con las representantes del AMPA, que ha dejado claro que lo que más le duele son los niños. "Son una alegría muy grande, no puede ser", ha asegurado.
Y es que no entiende qué le puede molestar a la denunciante las festividades, ya que toda la vida ha sido así.
Incluso hace unos años ella participaba en las tradiciones, pero no saben qué le ha ocurrido.
Han intentado hablar con el alcalde, que les ha enviado las medidas cautelares que establecen que por la demanda de esta vecina no se pueden celebrar las fiestas.
Hablamos con la vecina que ha dejado sin Navidad al pueblo de Ocaña
La vecina de la Plaza Mayor de Ocaña que ha demandado al Ayuntamiento por el ruido durante la temporada de Navidad ha asegurado que su intención no es acabar con la vida en la zona, sino que deje de haber ruido a las 12 de la noche.
"Nos han metido un dardo envenenado", ha dicho la vecina, que asegura que incluso las han insultado, pero que ella solo quieren que bajen el volumen porque retumba todo.
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Los vecinos defienden que ella quiere acabar con la tradición, pero la denunciante considera que no va a cambiar nada.