No acepta las condiciones

Jorge Vilda, el seleccionador nacional, se aferra a su puesto a pesar de que la Federación le ha comunicado su salida

Después de que Luis Rubiales se haya colocado en el punto de mira tras la polémica del beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso en la final del Mundial de fútbol, el puesto del seleccionador nacional también está en peligro.

Después de la victoria de España en el Mundial, las diferentes polémicas ocurridas antes y después del campeonato han puesto a Jorge Vilda en la cuerda floja.

Ahora que Luis Rubiales, el presidente de la RFEF, ha sido inhabilitado por la FIFA, el entrenador se está aferrando a su puesto, a pesar de que la RFEF ya ha comunicado su salida. Él, sin embargo, no ha aceptado las condiciones.

Él fue, según dijo Rubiales, un gran apoyo durante el Mundial, que incluso alabó al entrenador y le prometió un aumento de sueldo durante el discurso en el que dejó claro que no iba a dimitir.

Vilda aplaudió con fuerza, aunque horas después dio un paso atrás cuando la FIFA suspendió a Rubiales, y trató de alejar posturas. "No cabe duda de que es inaceptable", afirmó.

Sin embargo, esto no fue suficiente para que su equipo técnico dimitiese en bloque y ahora Vilda está solo, en la cuerda floja, y acechado por la polémica.

La situación en la que se encuentra ahora comenzó hace un año, cuando las jugadoras renunciaron a vestir la camiseta de la Selección Española, criticando su gestión.

El respaldo de Rubiales permitió que el seleccionador mantuviese su puesto, pero la relación con las jugadoras ya estaba tocada.

Uno de los hechos que denunciaban las jugadoras lo explicó la propia Jenni Hermoso en una entrevista, en la que relató cómo Vilda entró en el vestuario sin llamar. En ese momento no fue a más, pero ahora podría ser decisivo para el futuro de Jorge Vilda.