Hablamos con él

El compañero de trabajo y amigo de Alfonso Basterra: "O perdió la cabeza o estaba muy enamorado de Rosario Porto"

En Y ahora Sonsoles hemos hablado con Fernando Ramos, periodista y compañero de trabajo del padre de Asunta 11 años después del asesinato de la menor y mientras él permanece en prisión acusado de haber participado junto a su mujer, Rosario Porto.

Alfonso Basterra, el padre de Asunta, permanece en prisión acusado de haber participado en el asesinato de su hija en el año 2013. En Y ahora Sonsoles hemos hablado con Fernando Ramos, periodista y compañero de trabajo de Alfonso.

En el trabajo, él tenía contacto directo con Alfonso y cuando lo conoció empezaron muy mal, pero poco a poco fue mejorando. "Me parecía una buena persona", ha dicho.

Posteriormente conoció a Rosario Porto, y los tres tenían un trato normal e incluso le pareció agradable y muy bien vestida.

"A mi me cuesta que llegara a tomar parte en un asesinato tan cruel", ha asegurado, porque, según ha dicho, era una persona introvertida y poco habladora, además de serio y frío, por lo que le cuesta creer que llegara a un crimen "tan absurdo", ya que se fueron dejando pruebas y evidencias por todos lados.

Por eso, él cree que o perdió la cabeza o está encubriendo a Rosario Porto. "Era un hombre muy enamorado y frustrado", ha dicho, ya que descubrió que su mujer tuvo una relación extramatrimonial con otro hombre.

Fernando ha dejado claro que él se queda con el Alfonso que conoció, un hombre introvertido que no tenía muchos amigos, algo que sigue manteniendo ya que ahora en prisión, según ha dicho, no se relaciona con el resto de presos.

También hemos conocido mejor cómo era el comportamiento de Rosario Porto en prisión después de haber hablado con su presa de confianza durante 8 meses.

El abogado de Rosario, a día de hoy, sigue manteniendo la inocencia de su cliente y considera que no hay pruebas suficientes que la incriminaran. Sin embargo, Begoña Rodríguez, la Guardia Civil que la detuvo, afirmó en Y ahora Sonsoles que pronto supieron que tanto la madre como el padre eran culpables.