Así hemos contado el asesinato de Mateo, el pequeño de 11 años apuñalado en Mocejón (Toledo)

El pasado domingo, Mateo, un pequeño de 11 años, fue asesinado en Mocejón apuñalado por un joven de apenas 20 años que saltó al campo de fútbol donde jugaba con sus compañeros.

Ellos pudieron huir pero él, que era el más pequeño, fue alcanzado por el asesino confeso que le asestó 11 puñaladas. A pesar de que su tío, que estaba cerca del campo, trató de reanimarle hasta que llegaron los servicios de emergencia, no fue posible hacer nada por su vida.

Apenas 24 horas después del asesinato, el presunto responsable fue detenido y se registró su vivienda, unas imágenes que pudimos ver en exclusiva.

Juan, así se llama el presunto asesino, confesó los hechos después de ser detenido y también aseguró que el arma con la que cometió el crimen estaba en una acequia donde los investigadores la buscaron con sus propias manos.

Posteriormente se encontró un cuchillo que estaba siendo analizado para determinar si era el arma del crimen. Una investigación que se llevaba a cabo el mismo día en el que Mocejón daba su último adiós al pequeño Mateo.

La familia del presunto asesino de Mocejón

En un primer momento, en Y ahora Sonsoles hablamos con Ángel, que fue encargado del polideportivo donde ocurrieron los hechos. Nos contó que estaba seguro de que las familias se conocían entre ellas, porque el pueblo apenas tiene unos 5.000 habitantes.

En cuanto al padre, contó que era un hombre solitario que a veces iba al bar con un amigo que ya falleció. "Ni siquiera sabía que tenía familia", afirmó.

Precisamente con Fernando, padre del presunto asesino, pudimos hablar en directo y nos contó que su hijo había confesado lo que era verdad y lo que no, además de que en el calabozo se encontraba "desquiciado".

También explicó que su hijo padece una discapacidad del 75% y que acudía a un centro de día. También explicó que le gusta mucho pasear y que el calabozo no era un buen lugar para él.

Finalmente, pudimos hablar con la abuela del presunto asesino que, entre lágrimas, aseguró que estaba destrozada, además de intentar evitar las preguntas.

Los instantes posteriores al asesinato de Mateo en Mocejón

Tras los hechos, el asesino confeso corrió queriendo escapar y se dirigió a casa de su abuela, donde llegó con manchas de sangre. Se duchó y su abuela lavó su ropa.

Dos horas después, el asesino confeso acudió a misa con su abuela y su padre y llevaba escondido el cuchillo con el que presuntamente asesinó a Mateo.

Tras la misa, regresó a la casa de su padre, que hemos podido ver en exclusiva, y pasó el resto del domingo y el lunes, cuando la Guardia Civil, en torno a las cinco y media de la tarde, le detuvo.