De Marruecos a Tokyo: ¿a dónde van a parar los móviles robados?

Cada año, miles de teléfonos móviles robados en España siguen una ruta bien organizada que los lleva desde ciudades como Barcelona hasta destinos fuera de Europa como Marruecos y Tokio. En nuestro país, Barcelona es una de las principales ciudades donde se producen estos robos. En los últimos años la ciudad condal se ha convertido en un punto caliente para los delincuentes, quienes, mediante técnicas cada vez más trabajadas, roban estos dispositivos móviles. Los Mossos d’Esquadra piden penas más duras y juicios más rápidos para estos delincuentes. También aprovechan para recordarnos que siempre hay que denunciar cuando nos suceda esto. Es importante aportar el número IMEI para que se pueda localizar e identificar el smartphone en el caso que se encuentre.

Una vez robados, estos teléfonos inician un viaje a través de redes criminales internacionales, siendo enviados en muchos casos a países asiáticos como Japón, donde son revendidos a precios elevados debido a la alta demanda de dispositivos desbloqueados y sin restricciones de uso.

Un informe de El Confidencial señala que Marruecos es uno de los destinos más comunes para los móviles robados en España. La cercanía geográfica y la facilidad para cruzar la frontera hacen de Marruecos un lugar estratégico en esta cadena delictiva. En este país, los teléfonos son manipulados para desbloquearlos, y luego son distribuidos tanto en mercados locales como en otras regiones del continente africano. Además de Marruecos, otros países africanos y algunos de Asia son puntos de destino final para estos dispositivos robados. En Marruecos, por ejemplo, es común encontrar estos teléfonos en mercados de la calle, donde se venden a precios muy inferiores a los de Europa.

Susana Alegría: "de repente ya no tenía teléfono"

Espejo Público ha hablado con Susana Alegría, una ciudadana a la que le robaron el móvil: "cogí el teléfono para hacer una foto, metí el teléfono en el bolso y de repente, noto algo, y ya no tenía teléfono". El teléfono de Susana fue geolocalizado en un pueblo de Marruecos apagado. Después de esto, nos cuenta que ahora opta por un dispositivo más pequeño que le quepa en el bolsillo para evitar robos.