ASESINATO DE ISABEL CARRASCO
El juez sigue tomando declaración a los testigos del crimen de León
El jefe de delincuencia urbana de la Policía Nacional de León ha declarado ante la jueza que instruye el caso del asesinato de Isabel Carrasco. Se trata del policía a la que llamó Raquel Gago para decirle que se había encontrado una pistola en en el coche.
Su declaración podría explicar las razones por las que Raquel Gago, la Policía local implicada en el asesinato, tardó casi 30 horas en comunicar que tenía en su coche el arma utilizada en el crimen. "Me llamó Nacho, me dijo que había llamado una amiga que podía saber algo del arma, que la información estaba confusa pero que se había ido con otro compañero, Juanjo a ver qué había". Así relata el jefe de grupo de delincuencia urbana de la policía, la llamada que recibió de uno de sus colaboradores al día siguiente del asesinato de Isabel Carrasco.
El declarante entonces se pone en marcha. Habla con su superiora y descubre que "esa amiga" es Raquel Gago. "Una de las detenidas ha declarado que el arma la puede tener una policía" Un arma que los dos policías a cargo del declarante encuentran en el coche de Raquel: "Nacho y Juanjo me confirmaron que había un arma, que creían era un revólver, que estaba dentro de un bolso en el interior del coche. Estaba en el suelo, tras el asiento del copiloto que se veía nada más abrir la puerta, que dentro del bolso se observaba otro pequeño y dentro de este un revólver".
El jefe de grupo se persona entonces en casa de la policía local: "Raquel estaba muy nerviosa. Me dijo que el día de autos, Triana le habia invitado a comer pero que ella sólo accedió a ir a tomar café a su casa. Que no notó nada raro ni en ella ni en su madre Montserrat, y que después se marchó porque tenía que hacer unas compras. Me relató que la tienda estaba cerrada y que hizo tiempo en el coche, ordenando papeles y hablando con un controlador de los parquímetros de la zona. No eran todavía las 5 de la tarde".
Es entonces, cuando afirma, aparece casualmente Triana en el lugar. "Triana me dijo que el coche estaba abierto, pero no sé si era una pregunta o una afirmación. No sé si llegó a pulsar el mando del coche, no sé si metió o no algo dentro de él".
Un bolso, que según relata Raquel al declarante, encuentra de forma causal en su coche al día siguiente del asesinato de Isabel carrasco. "Me comentó que estaba con su hermana en su casa cuando se acordó que tenía una bicicleta con una rueda pinchada y que decidieron ir a repararla, que cuando fue a introducirla en el maletero del coche se encontró con unas garrafas de agua que se había olvidado el día anterior, que una de ellas se rompió y que fue entonces cuando vió el bolso, que estaba el suelo del coche y que entonces gritó pero qué hija de puta".
"Al verlo me asusté mucho y empecé a llorar. Las amigas que estaban conmigo en ese momento, no entendían nada, entonces les expliqué el encuentro fortuito con Triana el día anterior". Raquel negó haberlo visto antes porque según ella nadie habia accedido a esa parte del vehículo y acusa directamente a Triana: "No me explico cómo Triana me ha podido dejar el arma en el coche".