UNA PRIMA LA ACUSA EN BRASIL
Una cocinera de Asturias condenada a prisión en una cárcel de Brasil
Rosana es una vecina de la localidad asturiana de Llanes que se enfrenta a una condena de 42 años de prisión en Brasil, por un delito que no cometió. "Todo es por una venganza".
Rosana ha pasado de ser un víctima de una red internacional de trata de blancas a ser condenada por pertenecer a esa banda. Todo se remonta a 2001 cuando ella y su marido Ángel regentaban un bar en Llanes. Recibieron la visita desde Brasil de dos primas, Odeva y Fabiana, con la intención de prosperar en España. Odeva se dedicó a la prostitución y las relaciones con ella nunca fueron buenas. Discutieron y regresó a Brasil. Allí denunció a Rosana por obligarla a prostituirse. "Ella se inventó que yo era dueña de un club de alterne, que mi marido la amenazó con una pistola para que yo me quedase con su dinero", dice Rosana.
Ángel Portilla es policía local de Llanes y según la denuncia estaría también implicado en la trama. "Todo es falso. Aquí todos me conocen. Cuando estuve en Brasil con ella, quise poner una denuncia por difamación contra esta chica", se defiende.
El supuesto local de alterne no es más que un bar normal y corriente. Un local de tapas y pinchos situado frente a un colegio. "Nadie ha venido a comprobar que esto no es un lugar de alterne. La palabra de mi prima prevalece sobre las pruebas". Lo curioso del tema es que el juez brasileño hace caso omiso del testimonio de la otra prima, quien desmiente categóricamente que fueran obligadas a prostituirse. "Todo se debe a una venganza de mi prima".
Es curioso que con unos argumentos tan endebles, una española, trabajadora y madre de familia pueda pasar 42 años en una cárcel de Brasil.