BETTY VE TELENOVELAS
Este fin de semana se ha conocido la triste noticia del fallecimiento del actor turco Civan Canova, a quien en España pudimos ver en 'Fatmagül' y 'Paramparça'.
Han sido muchos los actores turcos que han lamentado el fallecimiento de Civan Canova en sus redes sociales (Beren Saat, Engin Akyürek, Erkan Petekkaya, Esra Dermencioglu…). Aunque en Turquía tenía una dilatada trayectoria tanto en televisión como cine y teatro, en España lo recordamos como el abogado Kadir de 'Fatmagül', la serie que supuso el inicio del fenómeno turco en nuestro país, y como el abuelo Rahmi en 'Paramparça', ambas series emitidas en Nova.
Kadir, uno de los ángeles de la guarda de 'Fatmagül'
Como todos los personajes de 'Fatmagül', Kadir también vivió una profunda evolución. Nunca olvidaremos la desastrosa primera impresión que nos causó. Lo conocimos al borde de la muerte después de una borrachera y en aquel momento no nos parecía que fuera la mejor opción para conseguir que Fatmagül ganase el juicio al que se enfrentaba.
Sin embargo, Kadir nos demostró que las apariencias engañan y le hizo falta poco tiempo para convertirse en una pieza clave para la historia y en un elemento fundamental de la peculiar familia que se había formado en torno a Fatmagül y Kerim.
Poco a poco Kadir fue reuniendo las pruebas y los testimonios necesarios para demostrar que Fatmagül había sido violada. Y no lo tuvo fácil. Cada vez que este honesto abogado encontraba algo que suponía una ventaja ante los tribunales, su alter ego, el abogado Munir, hacía su movimiento para echarla por tierra. Es difícil olvidar aquella lucha de letrados donde uno iba con la ley en la mano y el otro siempre llevaba en la suya un maletín bien surtido de billetes.
Pero Kadir fue algo más que el abogado de la familia. También fue un miembro más de ella. Los acogió a todos en su casa cuando Kerim fue acusado de matar a Vural y cuando Mustafá convirtió en agresividad su malestar por el rechazo de la mujer que él mismo repudió en el peor momento de su vida.
Kadir se convirtió así (con permiso del padre de Kerim) en el patriarca de la familia, posición que se reforzó con su matrimonio con Ebe Nine.
A Kadir siempre le agradeceremos que consiguiera lo que parecía imposible: que la justicia reconociese a Fatmagül como víctima y que los culpables de ese atroz crimen recibiesen su castigo.
Rahmi, el abuelo enigmático
Si Civan Canovan ya nos había conquistado como el sensato y cabal Kadir, terminó de convencernos de su buen hacer interpretativo como el enigmático abuelo Rahmi de 'Paramparça'.
En este caso la primera impresión tampoco fue demasiado buena. Llegó a la mansión Gürpinar como el abuelo pródigo que regresaba a casa después de una larga temporada porque echaba de menos a sus nietos. Sin embargo, la realidad era muy distinta. No era la añoranza familiar lo que le hacía volver. Era el amor a la cuenta corriente de su hijo y de su nuera lo que hizo que regresara a toda prisa de Rusia. Es lo que sucede cuando se le debe una importante suma de dinero a personas nada recomendables.
Y si esa fue la nada positiva primera impresión, las inmediatamente posteriores no fueron en mejor dirección. Se autoproclamaba un gran abuelo y como tal se comportaba con Ozan y Cansu, pero le costó casi toda la serie ver a Hazal como una nieta más. Ozan le ha dado a la familia mil y un quebraderos de cabeza con sus caprichos y pésimas decisiones de niño rico malcriado, pero a él siempre había que entenderlo, siempre había que ayudarlo, siempre había que apoyarlo. Sin embargo, Hazal, que empata con su hermano mayor como causante de problemas, debía regresar siempre al lugar del que procedía y del que, según Rahmi, nunca debería haber salido.
Algo parecido sucedía con su actitud hacia Gulserem. El mero hecho de ser humilde, ya la convertía en una aprovechada que solo quería el dinero de Cihan. Es casi imposible recordar todas las artimañas que Rahmi articuló en complicidad con Dilara para destruir a Gulserem.
Pero lo peor es que Rahmi no era consciente de estar actuando mal. Se creía poseedor de la verdad absoluta y de un detector de personas dañinas para la familia, aunque fueran lo mejor que le podía pasar a esa familia. ¿Recordamos todas las veces que intentó separar a Cansu y Deniz por el pasado de la madre de él? Como si el pasado de Rahmi estuviera impoluto.
Y, por supuesto, es imposible olvidar su directa participación en el trágico final de Ayse.
Eso sí, Rahmi también nos regaló momentos simpáticos. ¿Alguien ha conseguido entender la relación que mantenía con Keriman? ¿Eran absolutamente incompatibles o totalmente compatibles? Podían pasarse todo un capítulo discutiendo, pero siempre que uno u otra llamaba a la puerta con problemas, el otro o la otra siempre abría la puerta. Tal vez lo que sucedía es que eran dos personas que se comprendían cuando a su alrededor casi nadie lograba comprenderlas.
De ahí que Rahmi resulte tan enigmático. Aún a día de hoy no sabemos cómo calificarlo. Podía ser el más ruin de los personajes, pero también era el primero que se presentaba cuando había un problema. Podía hacer que lo detestásemos con sus comentarios fuera de lugar hacia Gulserem, pero también nos provocaba más de una carcajada cuando compartía secuencia con Keriman.
En definitiva, Civan Canovan logró que todos quisiéramos contar con los servicios del respetado y respetable abogado de Fatmagül y que aún nos sigamos preguntando si Rahmi era la oveja negra de los Gürpinar, un verso suelto o un hombre que tomó las peores decisiones en los momentos más inoportunos.
Por esa capacidad para sorprendernos y convencernos con papeles tan diferentes, Civan Canova se ha ganado nuestro aplauso y permanecerá siempre en nuestro recuerdo.