BETTY VE TELENOVELAS
Las casualidades existen. Y la prueba es lo que está sucediendo con dos personajes distintos de dos series turcas diferentes. Pelin y Rengin están a punto de pasar de amantes a esposas en Una nueva vida y Renacer, respectivamente.
Una nueva vida y Renacer, las dos series turcas que emite actualmente Antena 3, tienen temáticas muy diferentes. La primera tiene en la tradición y las costumbres su eje central, mientras que la segunda está más enfocada en las oportunidades y complicaciones que supone romper con el pasado y reinventarse.
Sin embargo, tienen en común unas protagonistas que intentan romper las cadenas con las que otros intentan apresarlas. El momento vital de Seyran y Bahar no se parece en nada. La primera apenas está empezando a dar sus primeros pasos fuera de las faldas de su madre y lejos de las bofetadas de su padre. La segunda está viviendo su particular segunda oportunidad tras recuperarse de una grave enfermedad y poner punto y final a un matrimonio infeliz.
Sin embargo, comparten haber tenido que lidiar con las amantes de sus maridos, aunque su actitud hacia la infidelidad ha sido muy distinta. Seyran sabe desde su noche de bodas cuál es la realidad de su matrimonio. Bahar descubrió tras más de dos décadas de relación que su marido la engañaba. Además, se da la paradoja de que las dos amantes son también las dos exnovias de sus respectivos maridos.
Y ahora mismo asistimos a una nueva coincidencia. Pelin y Rengin, las amantes de Ferit y Timur, respectivamente, rozan ya con la punta de los dedos su gran sueño: dejar de ser las amantes para convertirse en las esposas oficiales en cada serie.
A pesar de sus reticencias iniciales, Pelin está comprobando que el plan de su madre está dando resultado. Seyran ha salido de la mansión Korhan jurando que no volverá y Pelin ha sido oficialmente invitada a entrar por la puerta principal en calidad de posible futura nuera.
Pelin tiene a su favor la complicidad de Ifakat, que maneja a la perfección los hilos de la mansión, y ha conseguido que el gran Halis le preste atención. El resultado no ha sido demasiado halagüeño, pero ya se encargará Ifakat de disipar cualquier resquicio de duda por parte del gran patriarca.
En el caso de Rengin, tiene dos grandes puntos fuertes a su favor. Por un lado, su riqueza. ¿Recordamos el cambio de actitud de Nevra cuando descubrió que la amante de su hijo había heredado una fortuna? Por otro lado, su hija Parla.
Aunque ellas están ilusionadas y esperanzadas, sus candidatos a marido no comparten su entusiasmo. Y la razón es que ambos siguen enamorados de sus esposas. Eso sí, aquí hay que hacer algunos matices.
Ferit fue sincero desde el primer día. Nunca le ocultó a Seyran la existencia de Pelin ni el vínculo que los unía. Ahora su relación ya no es la que era, aunque, con su tendencia a meter la pata, no ha conseguido romper todos los lazos que lo unían a su exnovia, que es justo lo que siempre ha reclamado Seyran para confiar en él y ser un matrimonio de verdad.
En este momento, Ferit está furioso con Seyran, pero tampoco parece demasiado emocionado con la idea de casarse con Pelin. ¿Sucumbirá a la presión familiar?
En cuanto a Timur, la situación es muy distinta. Él sí engañó a Bahar. Lo hizo cuando dejó embarazada a Rengin en Nueva York y, también, los tres últimos años. Y, lo que es peor, intentó minimizar la gravedad de sus actos.
Durante mucho tiempo pensamos que Timur solo veía a Bahar como la mujer que le cuidaba la casa y a la que había que cuidar porque era la dueña legítima de toda su fortuna. De hecho, cada vez que Rengin le pedía dar un paso adelante en su relación, él buscaba una excusa para no divorciarse.
Sin embargo, tras el divorcio, descubrimos a otro Timur. Lo que no sabemos es si esta nueva actitud se debe a que de verdad quiere a Bahar o si solo es una reacción de macho alfa al ver que ella es feliz con otro hombre.
Es curioso ver cómo dos mujeres inteligentes e independientes como Pelin y Rengin pierden toda su fortaleza ante Ferit y Timur. Siguen esperando por ellos aunque ellos les demuestren una y otra vez que ellas no son su prioridad. Ferit se preocupa por Pelin, pero tampoco se esforzó mucho en evitar que Seyran la sacara de los pelos de la mansión. Timur vive con Rengin, pero se emborracha después de ver a Bahar besando a otro.
Pelin y Rengin están en una nube de esperanza. Y nosotros solo podemos gritarle a la pantalla un más que evidente "amiga, date cuenta" para que se quiten la venda de los ojos y vean la realidad. Que están renunciando a ser ellas mismas (Pelin disfrazándose para pasar el casting de nuera y Rengin cambiando la medicina por las sartenes) por dos hombres que ni las valoran ni las quieren ni las respetan.
Entendemos que Pelin y Rengin deseen formar una familia con los hombres que quieren. Es un sueño legítimo después de años de relación. El problema no son ellas. El gran obstáculo para pasar de amantes a esposas son ellos. Porque ya han pasado página. Ellas están viviendo una relación que ellos ya han dejado atrás.
Tal vez Ferit se case con Pelin, pero en su cabeza y en su corazón seguirá muy presente su pistacho de Antep.
Tal vez Timur se case con Rengin, pero seguirá añorando el calor de hogar que tenía con la pipiola.
Queremos que Pelin y Rengin sean felices, pero ¿podrán serlo en estas circunstancias? ¿Se hará realidad su sueño o sufrirán de nuevo la decepción de no ser las elegidas?
