'La Casa del Dragón': El vínculo más fuerte de Daemon no es con Rhaenyra, y en realidad ya lo has visto
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¡CUIDADO! CONTIENE SPOILERS DEL FINAL DE LA OCTAVA TEMPORADA
El último capítulo de ‘Dexter’ nos ha dejado un sabor de boca muy agridulce. Los fans esperaban un final más espectacular o desde luego más sangriento. Todo lo contrario. Los guionistas han optado por un final redentor, alejado de todo el discurso anterior de la serie. Si Dexter Morgan nunca se ha arrepentido de lo que ha hecho, ¿por qué tenía que hacerlo en el último capítulo?
A medida que avanzaba el capítulo parecía que todo estaba atado: Oliver Saxon muere (de una forma un tanto forzada, pero termina muerto al fin y al cabo) y Debra también fallece tras despedirse de su hermano mayor. La mejor secuencia del episodio, en la que Dexter coge el cuerpo sin vida de Debra envuelto en una sábana nos daba una pista a la que no podíamos dar la espalda: Dexter se tiraría al agua junto a su hermana. Era la mejor manera de pedirle perdón por todo lo que había ocurrido. No ha sido así.
El equipo de guionistas ha optado por un giro, tan inverosímil como metafórico, que contradice todo el legado de la serie de un plumazo. Una cosa es dar un final a la serie, cerrar el círculo, y otra muy distinta sacar un conejo de la chistera a conveniencia del guión, no de la historia. La última secuencia de la serie nos muestra a Dexter con una nueva vida, trabajando en un aserradero; es su forma de no hacerle daño a Hannah ni a su hijo Harrison, pero sí de hacérselo a los espectadores.
Lo único intocable ha sido que, después de todo lo que ha pasado en ocho temporadas, no han conseguido arrestar a Dexter. Al menos nos queda ese alivio. Ni siquiera Debra, el personaje que más ha evolucionado desde que comenzó la serie, delata a su hermano para liberarse de una carga tan pesada.
A pesar de un final tan desacertado, no se puede juzgar a ‘Dexter’ por su última temporada, sino por el recorrido que ha tenido durante ocho años. Todavía tenemos el recuerdo de la mítica cuarta temporada, del momento el que Rita aparece en la bañera, de la escena en la que Debra descubre que su hermano es un asesino en serie y el recuerdo de toda la sangre que Dexter Morgan ha derramado a lo largo de los años y que, reconocemos, nos ha encantado verla una y otra vez.
Con todo lo bueno y todo lo malo que ha tenido ‘Dexter’ no se le puede negar que en su momento fue una serie pionera, arriesgada y tremendamente entretenida. Tampoco podemos olvidar la gran interpretación que ha realizado Michael C. Hall durante ocho temporadas. Y aunque no nos haya gustado el final, muchos la echaremos de menos. Hasta siempre Dexter Morgan.