SE SINCERA EN SUS MEMORIAS
Brooke Shields ha vuelto a sincerarse sobre su vida privada y se ha animado a detallar cómo es su vida sexual y cómo se siente con los cambios de la edad.
La actriz y modelo Brooke Shields, a sus 59 años, está abrazando más que nunca la sinceridad y ser amable con uno mismo mientras encuentra un nuevo lugar en la vida pública.
La mítica intérprete ha publicado sus memorias en el libro Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old: Thoughts on Aging as a Woman, que acaba de lanzarse, donde se sincera sobre sus múltiples experiencias como mujer en la industria y sobre las dificultades de envejecer en el ojo público.
Hace unos días salía a la luz un evento traumático que también relataba, revelando que un cirujano le realizó una operación de rejuvenecimiento vaginal sin su consentimiento.
Shields cuenta en sus memorias cómo su vida sexual se está viendo afectada por el paso de los años, al contar cómo aspectos físicos de su cuerpo están teniendo consecuencias en la reducción de su apetito sexual e interfiriendo con sus relaciones íntimas, con su marido Chris Henchy.
"Como mujer, estoy lidiando con toda la mierda física que conlleva el envejecimiento. El pelo ralo, la pelusilla facial, la nueva grasa abdominal, la sequedad vaginal y la disminución del deseo sexual... Y en mi estado actual me siento menos atractiva que antes para mi marido", reconoce en su libro, según recoge People.
Ahora, la actriz revela necesitar un poco de ayuda para poder mantener relaciones sexuales y confiesa estar en un punto donde el sexo le resulta doloroso.
"Para mí, para poder disfrutar del sexo a estas alturas, necesito mis lociones y pociones, la ropa adecuada para dormir (quizás llamarla ropa para dormir puede contribuir con el problema), mi almohada especial, y tal vez un tequila puede ayudar a relajarme", confiesa con sorna.
En torno a sus problemas sexuales, la actriz no se ha rendido añadiendo que por ahora cuenta con el enfoque de "cuanto más lo tengas, más lo disfrutas", confiando en que esa frase ayude a mejorar su placer íntimo.
Las revelaciones sobre la vida de Brooke probablemente continuarán sucediéndose mientras el libro se hace popular, pero lo que es seguro es que la estrella ha llegado a un punto envidiable de aceptación para llegar a convivir con los cambios en su vida y en su cuerpo a los 59 años.