NO SON ETERNOS
Aunque a simple vista pueda parecer que todavía están bien, lo cierto es que los tuppers se tienen que ir cambiando con frecuencia porque van perdiendo sus propiedades con el paso del tiempo. Un experto nos dice cuándo y por qué.
Los tuppers son esos objetos que las madres tienen inventariados del primero hasta el último, que tú coleccionas en tu casa y que se acumulan en un armario de la cocina. También son un gran invento, ya que permiten reducir la cantidad de residuos, disminuir el desperdicio alimentario y llevarte la comida al trabajo.
De vez en cuando sale el debate de qué tipo de tupper es mejor, si el de plástico o el de vidrio, pero ahora ha surgido una nueva pregunta: ¿los tuppers tienen fecha de caducidad? Mario Sánchez Rosagro -divulgador científico sobre alimentación, nutrición y seguridad alimentaria- resuelve esta duda en un vídeo de Consumer.
Solemos tener tuppers que casi llevan más años que nosotros en nuestra casa y pensamos que, con solo lavarlos, van a durar eternamente. Como imaginarás, esto no es así y hay un momento en el que toca renovarlos. El experto explica que no hay una fecha de caducidad concreta como la que tienen los yogures, sino que hay que utilizar el sentido común.
Cuando compramos un tupper, nos fijamos, entre otras cosas, en que cierre bien herméticamente y que conserve correctamente los alimentos, características que se van perdiendo con el paso de los años. Sabremos que el tupper ha llegado al final de su vida útil cuando "está agrietado, roto o con manchas de tomate frito", cuenta Sánchez. Aquí en NovaMás, te hemos dado trucos para limpiarlas, pero si ni así se van, es hora de comprar un tupper nuevo. Estas manchas imposibles de eliminar se forman a causa de "microrroturas en el propio material, grietas por las que se cuelan los restos de los alimentos".
Por eso, el experto asegura que hay que renovarlos con "suficiente frecuencia para disfrutar de tu comida con mucha seguridad alimentaria".
Al principio de este artículo hacíamos referencia a la clásica pregunta de si es mejor el de plástico o el de vidrio. En este caso, el divulgador científico cree que los primeros son una buena opción "siempre y cuando estén fabricados con materiales resistentes" y advierte de que tenemos que asegurarnos si son aptos para microondas porque no todos lo son. Para saberlo, es tan fácil como mirar si hay un icono de un microondas, "que suele estar por la parte trasera del envase".
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la respuesta a esta pregunta es no. Al menos así se desprende de los resultados de una encuesta que realizaron a 1.048 personas de entre 18 y 74 años.
Dependiendo de cómo utilizamos estos envases y de los alimentos que guardemos en ellos, puede ocurrir que estos se contaminen con sustancias químicas. La organización cuenta que "el riesgo de migración aumenta en alimentos líquidos grasos y a temperaturas altas", así como en los envases de plástico. La OCU asegura que los expertos en seguridad alimentaria califican el vidrio, la cerámica y el acero inoxidable como los materiales más estables para meter en el microondas a calentar la comida.