PSICOLOGÍA
Se habla mucho de la somatización, pero muy pocos saben realmente qué es y las causas que nos hacen sentir dolor físico por un malestar emocional.
La somatización es la aparición de síntomas físicos frecuentes y variados que generan malestar y cuya causa no es física, si no psicológica.
Estos síntomas generan malestar en la persona provocando afectaciones en su vida personal y profesional. Se relaciona con el Sistema Nervioso Somático, que es la parte del sistema nervioso que lleva información sensorial y sirve como canal para los impulsos eléctricos que activan la musculatura.
Factores que influyen en la relación entre las emociones y la salud física
Enfermedades relacionadas con el estrés
Además, el mantenimiento del estrés provoca el bloqueo de las prostaglandinas factor protector de las úlceras. El estrés también puede aumentar o disminuir el apetito.
La consecuencia es el alargamiento del proceso de ovulación e incluso la aparición de la amenorrea, así como la disminución de la líbido.
Los organismos envejecidos tienen un periodo más largo de recuperación de la respuesta del estrés. El organismo envejecido también provoca una mayor pérdida de neuronas, afectando al aprendizaje y a la memoria.
Las personas con este tipo de personalidad tienen un alto riesgo de sufrir algún tipo de trastorno cardiovascular. Emociones como la hostilidad, la frustración, la ansiedad y el estrés también se relacionan con este tipo de trastornos.
Cómo tratar la somatización
Las somatizaciones deben tratarse a nivel multidisciplinar: trabajar con un profesional de la salud mental (psicólogo y/o psiquiatra) los aspectos relacionados con la parte cognitiva, emocional y conductual de la persona y los fenómenos físicos abordables de la persona con un profesional médico.
Beneficios de la gestión emocional
Es fundamental aprender a gestionar las emociones: aprender a permitirnos las emociones, a identificarlas, a escucharlas y a buscar soluciones en base a la información que nos transmiten.
También es importante redirigir nuestro foco: piensa en qué pones tu foco de atención durante el día. Te propongo que cada día escribas 3 cosas que agradecer de esa jornada. Por ejemplo: que el café por la mañana estaba rico, que pusieron tu canción favorita cuando ibas en el coche camino al trabajo, el abrazo que le diste a tu pareja al despedirte o la charla con tu madre por teléfono.
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