Cirugía

¿Pierden sensibilidad los pezones con una operación de pecho?

Uno de los motivos para decidirse a realizarse una operación de aumento de pecho puede ser precisamente sentirse más segura en el ámbito sexual, al estar más a gusto con la imagen de nuestro cuerpo. Sin embargo, una de las cuestiones que ha de tenerse en cuenta es que en ocasiones la sensibilidad del pecho puede variar, sobre todo en los pezones.

Implantes de mamaiStock

Todo depende del tipo de intervención. Como explica Javier Collado, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora en el Hospital Vithas Parque de San Antonio , “Un aumento de mama consiste en la colocación de un implante de silicona en posición submuscular, es decir, bajo el músculo pectoral mayor. La introducción de este implante se puede realizar de forma submamaria (por debajo de la mama), axilar (por la axila) o periareolar (por el pezón)”.

Precisamente, esta última fue el tipo de intervención más común, sobre todo en los años noventa, ya que la incisión en el pezón era mucho menor, pero como aporta el experto, con el tiempo se ha demostrado que no todo eran ventajas, por diferentes motivos. “El primero es que, en caso de una mala cicatrización, la incisión será demasiado visible. El segundo, que al incidir en la areola, también incidimos los conductos que drenan la leche, los cuales están en contacto con el exterior y pueden estar contaminados por bacterias, generando más riesgo de infección del implante. Y, por último, que puede generar cambios en la sensibilidad de la areola”.

Sobre esta cuestión, el cirujano explica que al realizar la incisión en la areola, puede ocurrir que también se seccionen algunas terminaciones nerviosas, “puesto que estas terminaciones no son visibles, generando cambios en la sensibilidad de la areola, que generalmente se recuperan en unos meses”.

Si eso ocurre, suele darse una sensación de “adormecimiento de dicha areola”, y si bien lo habitual es recuperarlo con el tiempo, puede haber casos en los que la sensibilidad no sea exactamente la misma que antes de la intervención, en cuyo caso “se está perdiendo uno de los puntos erógenos más comunes en una mujer”.

Mujer en sujetador | iStock

Precisamente, en 2010, la revista Plastic and Reconstructive Surgery , publicaba un estudio realizado con 1.200 mujeres sometidas a aumento de senos, que desvelaba que casi el 10% de las pacientes que se operaron por el pezón sufrían algún tipo de pérdida de sensibilidad, y el 4,2% sufrían pérdida total de sensibilidad. Sin embargo, en el caso de aquellas que se habían intervenido a través de un surco submamario, el porcentaje de pérdida de sensibilidad era de un 3,5%, es decir, que habría tres veces menos riesgo de que esto ocurriese. En cuanto a otros factores, el tamaño de las prótesis, la posición submuscular o subglandular o la edad de la paciente no demostraron diferencias entre un grupo y otro.

Ante estos datos, Javier Collado apunta que “la mejor forma de minimizar esa pérdida de sensibilidad es no utilizar la vía periareolar, puesto que tenemos excelentes alternativas de abordaje en un aumento mamario normal”. Sin embargo, también matiza que esto no siempre es posible, y habrá casos en los que esta sea la intervención con mayores beneficios “como en ciertos tipos de elevación o de malformaciones mamarias”.

De esta forma, la opción que podría recomendarse si no se quiere correr el riesgo de perder sensibilidad en esta zona erógena es introducir el implante mamario a través de un surco submamario. “Decimos que es el más beneficioso porque el bolsillo donde irá situado el implante se diseca, sin tener que incidir el espesor de la glándula mamaria, a diferencia del abordaje periareolar, que realmente genera una cicatriz en el espesor de la glándula y por ello puede producir cambios en la sensibilidad”.

La otra opción es introducir el implante a través de una incisión en la axila. Sobre esta esta intervención, el experto insiste en que “la desventaja del abordaje axilar sería tener una cicatriz en la axila, la cual no es fácil de disimular cuando llega el verano, además la colocación del implante es mucho más complicada, por lo que puede generar malposiciones”.