LA SALUD DE LAS MASCOTAS
El cambio de rutinas que supone la Navidad -entre comidas, cenas, desplazamientos e invitados en casa- puede afectar negativamente a nuestras mascotas, ya que son más sensibles a los cambios. Para que les afecte lo mínimo posible, una experta da algunos consejos.
Por Navidad se respira un ambiente especial -que algunos adoran y otros detestan- lleno de ilusión, nostalgia y algo de magia. Entre todo ello destacan los regalos, el gentío por las calles y las reuniones familiares. Y es que las comidas y cenas son una de las celebraciones centrales de estas fechas: mesas ampliadas para recibir a abuelos, tíos y primos, vajilla especial, la cocina a pleno rendimiento... En casa, las idas y venidas son constantes, con uno que va al salón con una bandeja cargada de entrantes, otra que va a abrir la puerta para recibir a los invitados mientras los niños juegan en el comedor. Súmale, además, las conversaciones, las risas, los brindis y los villancicos que crean un murmullo continuo que hace subir el ruido más de lo habitual.
Todo esto pasa a la vez y se genera una situación de caos que puede llegar a ser algo estresante. Si tienes una mascota, seguro que ella notará todos estos cambios que se suceden por Navidad en casa. Las rutinas alteradas, los viajes y la pirotecnia pueden ser perjudiciales para tu perro o gato, trastocando su equilibro emocional y provocándole sobrecarga sensorial, según advierten los expertos. Asimismo, el ruido, los olores intensos, el movimiento constante y personas desconocidas en su espacio generan desorientación e inseguridad.
Como consecuencia de esto, los profesionales alertan de la aparición de algunas conductas que pueden ser poco habituales en tu mascota, como por ejemplo, esconderse, ladrar o maullar de forma excesiva, orinar fuera de lugar, destruir objetos o agresividad. Destacan que no se trata de un mal comportamiento, sino de una señal de alerta y auxilio.
Para saber cómo gestionar estos momentos de estrés de tu mascota, nos hemos fijado en los consejos que da Imke Marks, fundadora de Mooiza, una marca española de suplementación natural para perros y gatos.
Marks detalla que es "fundamental respetar el ritmo y los límites de cada animal" y eso pasa por no forzar el contacto con la gente que hay en casa y preparar un espacio que sea un refugio "seguro, tranquilo y alejado del ruido". Puedes ponerle su cama, agua y juguetes para que se sienta protegido y pueda calmarse cuando lo necesite. La experta propone poner un poco de "música suave o ruido blanco", ya que "puede ayudar a amortiguar los estímulos externos".
Otro de los aspectos que puede ayudar a tu mascota a estar más tranquila estos días es reforzar el bienestar emocional, "tanto por fuera como por dentro". Por una parte, está la aromaterapia, es decir, usar aceites esenciales que ayudan a reducir el estrés. Ahora bien, antes de utilizarlos ten en cuenta que perros y gatos tienen el olfato muy desarrollado y hay que ir con cuidado, así que consulta primero a un veterinario, quien te dirá el procedimiento exacto a seguir.
Por otro lado, existe una suplementación nutracéutica que "contribuye a regular los niveles de cortisol -la hormona del estrés- cuya elevación prolongada puede afectar al sistema nervioso y agravar otras patologías".