MEDICINA

¿Hay relación entre la pérdida de pelo y el coronavirus?

Varios estudios clínicos analizan cómo la alopecia androgénica puede suponer un agravante para los pacientes de Covid-19.

En los últimos meses, son numerosas las informaciones que tratan de desvelar las causas, las consecuencias y los efectos a posteriori que la Covid-19 puede producir en los pacientes. Una de las últimas vinculaciones médicas de esta infección está relacionada con la alopecia. Hablamos con dos doctores especializados en dermatología para salir de dudas.

Para ponernos en situación, la alopecia androgénica (AGA) o calvicie común es la pérdida prematura y progresiva del pelo, que suele ir acompañada de una disminución gradual del diámetro y la longitud del cabello y la pigmentación del cuero cabelludo. Es a su vez uno de los problemas crónicos más comunes diagnosticado por los dermatólogos en todo el mundo (responsable de la mayoría de los casos de caída del cabello, con aproximadamente un 95%), y es fácil imaginar cómo puede llegar a afectar a la autoestima y la calidad de vida del individuo.

La alopecia se comporta de manera diferente en hombres y mujeres, pero en ambos casos el cuero cabelludo central es el más afectado. Además, puede aparecer en cualquier momento una vez pasada la pubertad y su incidencia va aumentando con la edad.

El Dr. Gonçal Lloveras, colaborador de la firma Redenhair, confirma la curiosa relación entre la alopecia y el coronavirus. “A pesar de las enormes diferencias que existen entre las dos patologías, sí que existe un nexo de unión que se basa en la mayor sensibilidad a los andrógenos, que engloban una serie de hormonas sexuales masculinas que también se encuentran en las mujeres, aunque en menor medida, según se ha publicado en un estudio de medicina capilar a nivel mundial”.

Este es precisamente el dato que manejan los expertos a la hora de relacionar ambas enfermedades: “Si tenemos en cuenta la letalidad, es decir, la capacidad de matar de este virus, el 66% de los hombres mueren frente al 34% de mujeres", aclara el doctor Lloveras. “Y esto se debe a que la testosterona, el andrógeno, es más agresivo en el organismo que los estrógenos. La testosterona, la hormona principal de los hombres, ‘machaca’ más el sistema cardiovascular que el estrógeno en las mujeres”, añade.

¿Puede este descubrimiento hacerle frente a la pandemia?

Numerosos estudios están investigando cómo la alopecia androgénica puede suponer un agravante en los efectos de los pacientes diagnosticados con Covid-19, analizando cómo el virus podría interaccionar con los receptores andrógenos, que son las hormonas implicadas en este tipo de alopecia.

Se intenta descubrir si se trata de una causalidad o una casualidad, ya que esta teoría demostraría que los tratamientos ‘antialopecia’ del grupo de los antiandrógenos, podrían tener utilidad como terapias para disminuir la gravedad del Covid-19.

Este hecho podría ser de gran ayuda para la detección en el futuro de los pacientes con más riesgo de enfermar por este virus a partir de un estudio de diagnóstico de su cabello, pues los pacientes con formas agudas de alopecia androgénica serían más propensos a padecer esta enfermedad de forma grave.

Algunos de estos estudios ya han demostrado que más de 100 pacientes ingresados por coronavirus tenían un porcentaje alto de alopecia androgénica respecto al resto de la población. Esta hipótesis ha sido desarrollada por el dermatólogo estadounidense Andy Goren en estudios in vitro, aunque como también opina Gonçal Lloveras, “podría ayudarnos en gran medida a mejorar el futuro de esta enfermedad”.

Covid-19. | iStock

En este sentido, podrían utilizarse algunos de los fármacos con acción antihormonas sexuales masculinas que se emplean en el tratamiento de la alopecia como forma de prevención de las formas más severas del coronavirus. “Estaríamos antes infinitas posibilidades terapéuticas y de prevención de esta nueva pandemia”, asegura el especialista. “Es un reto fascinante desde el punto de vista de la ciencia y una esperanza para todos”.

El estrés tampoco ayuda

El doctor Javier Pedraz, director médico de Insparya, analiza estas investigaciones sobre la alopecia y suma otro factor a tener en cuenta: el estrés psicológico o físico provocado por la enfermedad puede conllevar a una caída de cabello.

El estrés puede venir derivado de múltiples causas físicas o psicológicas, muchas de ellas difíciles de identificar, pero siempre acompaña a un trauma. En estos momentos, ese trauma puede ser consecuencia de la pandemia, como el miedo a contraer la enfermedad, a perder el trabajo o por el confinamiento. Sea como sea, lo que sí se ha demostrado es que una de sus consecuencias es la pérdida del cabello.

Según el Dr. Pedraz, “El estrés provoca un aumento de la adrenalina, que se eleva en sangre y, si este aumento es mantenido en el tiempo, puede provocar un aumento del cortisol. Esta hormona va a provocar la disminución de la circulación sanguínea y como consecuencia una incorrecta absorción de nutrientes y agua por parte del cuero cabelludo y los folículos pilosos”. Esto hará que el pelo de debilite y como consecuencia todos los cabellos que se encuentren en proceso de crecimiento pasarán repentinamente a una fase de caída.

Esta es una de las respuestas del cuerpo humano ante situaciones de amenaza. “Las células encargadas de ofrecer nutrientes a nuestro cabello migran a otras zonas donde son necesitadas, es parte del mecanismo del cuerpo para proteger los órganos esenciales para mantener la vida”, dice el doctor.

Entonces, ¿tiene solución?

Según la explicación del doctor Javier Pedraz, si la situación de estrés se prolonga demasiado en el tiempo, esta alopecia puede convertirse en irreversible. No obstante, este tipo de caída suele ser temporal y el cabello se recupera una vez pasa ese periodo de estrés, aunque hay que tener en cuenta que a pesar de que la caída se produce de forma inmediata, la recuperación del cabello es bastante más lenta, pudiendo tardar de 3 a 4 meses.

“Para frenar cualquier problema de estrés, lo más importante es solucionar el origen, por lo que si es necesario, hay que acudir a un especialista”. En paralelo, y para evitar una mayor incidencia de la alopecia, el Dr. Pedraz recomienda tratamientos para conservar e intentar recuperar el cabello perdido con mayor rapidez, ya sea en casa o en la clínica.

Estaríamos hablando de un tipo de alopecia asociada al estrés, que provoca una caída generalizada y repentina del cabello. La alopecia androgénica que veíamos al principio es otra cosa. Un problema más complejo que, tal y como tranquiliza el Dr. Gonçal Lloveras, también puede tratarse.

“La alopecia androgénica tiene solución. Sin embargo, es necesaria mucha paciencia acompañada de los mejores productos para la estimulación del crecimiento del cabello, ya que el ciclo capilar sigue su transcurso con normalidad y restaurar la salud de los folículos pilosos no es un proceso fácil”, expone.

En este punto, el experto considera fundamental acudir a una clínica para comprender los procesos que desencadenan la desaparición de los folículos pilosos en el cuero cabelludo, los cuales están directamente relacionados con la formación de DHT. “Los productos que debemos escoger deben ser capaces de inhibir la formación de DHT y al mismo tiempo regenerar los folículos ya afectados para restaurar la salud del cabello”, concluye.

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