SIGNOS DE LA EDAD
La piel caída que coincide con la zona del sujetador aparece por motivos naturales, pero también por razones evitables. En este artículo te explico cómo actuar para evitar la flacidez en la espalda.
Cuando hablamos de flacidez en la espalda solemos referirnos esas zonas en las que la piel está menos tersa e incluso caída. Esto se debe a varios factores, entre los que se encuentran:
¿Qué aporta el trabajo muscular?
¿Cómo debo entrenar en función de mi físico?
Si tienes una condición física baja o llevas un tiempo sin entrenar, es recomendable entrenar con muchas repeticiones (por ejemplo, entre 12 y 20), poca carga y con entrenamiento en circuito. Debemos poder realizar los ejercicios con facilidad sin llegar a la fatiga. El papel del entrenamiento de fuerza es tan importante que en muchas ocasiones se recomienda realizar únicamente este tipo de entrenamiento durante 2-4 semanas.
En el caso de que tengas cierta experiencia, puede ser más recomendable reducir el número de repeticiones (por ejemplo, entre 8 y 12) e ir aumentando la carga progresivamente para que el estímulo sea más eficaz.
En cualquier caso, la evolución y pauta más adecuada depende de la progresión de cada persona y, sobre todo, de las características de cada uno: género, edad, patologías, lesiones, etcétera.
Una vez introducido en nuestra rutina el entrenamiento de fuerza, debemos mirar más allá, eso sí, sin eliminarlo en ningún momento de la rutina semanal. A partir de ese momento es interesante, como quizás estabas imaginando, añadir ejercicio cardiovascular.
El exceso de grasa y la flacidez
El exceso de grasa también puede tener que ver con esa sensación de flacidez. Cuando existen cúmulos de grasa, el entrenamiento cardiovascular ayuda a reducirlos e incluso a perderlos. Todo ello gracias a que aumenta el gasto calórico durante el ejercicio físico, pero también en las horas posteriores a finalizarlo. Además, el ejercicio de fuerza mejora la tonificación de los músculos, y tener mayor masa muscular aumenta el metabolismo basal.
Ejercicios específicos para la flacidez en la espalda
Hemos visto qué tipo de entrenamiento debemos realizar, pero hay que elegir los ejercicios adecuados. No podemos pretender tener una espalda tersa si solo hacemos entrenamiento de fuerza de pierna y ejercicio cardiovascular. La espalda debe recibir un estímulo.
Elige ejercicios de espalda y combínalos con ejercicios para otros grupos musculares con el objetivo de mejorar tanto el core como todo el cuerpo en su conjunto. Algunos ejercicios muy útiles son el jalón al pecho y las diferentes variedades de ejercicio de remo.
Eso sí: no te vuelvas loco haciendo solo espalda. Recuerda que el entrenamiento muscular también debe ser equilibrado.