Nos hacen ver muy claro cual es la personalidad de cada uno
Estoy segura que muchos/as de vosotros cada día os toca vivir muchas ''batallitas'' entre hermanos. El verlos crecer y madurar, nos hace ver muy claro, cual es la personalidad de cada uno. Sin lugar a dudas, que Anita ya esté cerca de cumplir los tres años, hace que interactúe aún más en los juegos con sus hermanos y procure imponer su criterio como pequeña de la casa.
El pataleo, el llanto, su ternura a veces, sus armas para salirse con la suya. Sus hermanos por regla general se lo permiten, pero evidentemente la mayoría de las veces tenemos que mediar para impartir ''justicia''.
Los cuatro se adoran pero como todos los niños, les encanta ante nosotros resaltar sus virtudes, al tiempo de recordarnos cuando sus hermanos han metido la pata, por aquello de sacar pecho y ganar puntos. La excepción es Carmen, que actúa más como un instrumento de consenso, aunque a veces se posiciona a favor del más débil, o dicho de otra manera del que me ha roto sin querer el secador del pelo.
Cuando quieren todos se unen para conseguir sus objetivos, otras veces marcan distancias y se muestran como lo que siempre se ha llamado ''acusicas''. La verdad es que sus explicaciones son muy graciosas, sobre todo las de la pequeña y las de Luis, que se adoran, pero a veces los dos quieren algo al mismo tiempo y del silencio y las risas se pasa al llanto en décimas de segundo. Después de poner orden, todo vuelve a empezar, en ese u otro lugar de la casa y así cada día.
Es sin duda, una gran aventura verlos crecer y es una gran satisfacción verlos quererse como lo hacen. Estamos muy entretenidos, como muchos/as de vosotros/as, al medio día regresaran del cole, apuesto que la primera batalla será por el mando de la tele.
Hasta la semana que viene, que os traeré una entrevista que estoy segura que os va a encantar.