CUIDADO DEL MEDIOAMBIENTE
No renuncies a la moda, pero tampoco a un planeta más verde.
El daño hacia nuestro planeta ya es irreparable. Sin embargo, está en nuestras manos incorporar pequeñas acciones en nuestro día a día para que esta destrucción no empeore a la velocidad de la luz. Entre las diferentes prácticas que tenemos a nuestro alcance está, por ejemplo, el reciclaje, movernos con transportes sostenibles o limitar nuestro consumo de plástico.
Pero otra manera fantástica de colaborar con la protección del medioambiente es apostando por un armario más sostenible. Es decir, uno que tenga prendas fabricadas en base a criterios medioambientales. La ropa es algo que consumimos, muchas veces, de manera frenética, estimuladas por las nuevas colecciones y modas que nos ponen al alcance de todas las tiendas low cost. Pero vale la pena detenerse un momento y plantearse la opción de empezar a comprar ropa de manera más sostenible.
Si tú también quieres colaborar en pro a un mundo menos contaminado y más verde, en este artículo te explicamos cómo hacerlo a través de la ropa. Estas son las claves en las que debes fijarte para saber si una prenda es o no sostenible.
¿Qué es la moda sostenible?
Se trata de una alternativa respecto a la manera de producir ropa convencional, que actúa en diferentes vertientes. Primero, teniendo en cuenta el cuidado del medioambiente. Después, velando por el respeto a los derechos humanos de los trabajadores textiles.
Y, por último, cuidando de la salud de las personas que visten esa ropa, ya que, debe estar elaborada con materiales naturales y libres de tóxicos. Ahora bien, ¿cómo saber si una prenda es o no sostenible? Sigue leyendo.
El tipo de material
Como decíamos, los materiales de fabricación deben ser orgánicos y responsables. Esto se puede saber leyendo la etiqueta, que muchas veces es la gran olvidada cuando vamos a comprar, pero nos da mucha información sobre la prenda. Asimismo, los tejidos deben ser reciclados o compostables.
Para que un tejido sea catalogado como sostenible, su base debe ser alguna de estas:
El diseño
Las prendas tienen que estar diseñadas de tal manera que apenas haya desperdicio de tejido. Además, también es bueno que recuperen piezas de otras antiguas para darles una nueva vida. De este modo, las prendas sostenibles no están tan ligadas a las modas puntuales y pasajeras, pero no por ello pierden su encanto. Al revés, son más auténticas.
Certificaciones de organismos
Para que una marca se declare como sostenible debe contar con la verificación de los organismos independientes, que avalan que su fabricación es sostenible. Esto lo puedes comprobar en la página web de las marcas. Algunos de estos sellos de garantía son: Cradle to Cradle, Made in Green de Oeko-Tex, GOTS, PETA y OCC Guarantee.
Los productos naturales prohibidos: el pelo y la piel animal
Está claro que el origen de la piel y del pelo animal no son de fabricación sintética como otros tejidos. Sin embargo, en este punto el factor de la crueldad animal pesa más. Por esta razón, cuando vayas a comprar una prenda de pelo o piel, asegúrate de que proceda de un material sintético.
El precio también es una buena manera de saberlo, puesto que las prendas con pelo o piel animal son mucho más caras.
Tintes y estampación
Los productos que se utilizan para teñir la ropa no pueden ser tóxicos, ya que, de ser así, contaminan las aguas residuales y ponen en riesgo la salud de los trabajadores. Por lo tanto, los tintes deben ser naturales y libres de tóxicos.
Infórmate
Antes de comprar, accede a la página web de la marca e infórmate de cómo trabajan. Si la marca fabrica en España o Europa, sabemos de antemano que cumplen con las condiciones laborales, puesto que lo garantiza el marco legal. Además, las cortas distancias aseguran una huella de carbono reducida en el transporte.
Con todas las otras marcas extranjeras, visita su página web y, sobre todo, lee la etiqueta.
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